Diario de Mallorca

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Crítica de música

Sílvia déjà vu

Silvia Pérez Cruz. b. ramon

Justo hace un año el título del comentario sobre el concierto que Silvia Pérez Cruz ofreció en el Auditòrium de Palma fue Midas Pérez Cruz. Y en efecto, la artista tiene ese raro don, que solamente poseen unos pocos, de convertir en oro todo lo que canta. Cualquier canción, sea un bolero, un vals, una habanera, incluso un regaeton o la Lambada, se transforma en única y exquisita en las manos y la voz de Silvia. Por tanto en ese aspecto debemos decir que está tocada por la mano del Dios de la música.

Pero claro, si un año después nos encontramos con la misma Silvia, con el mismo grupo, un formidable quinteto de cuerda, y con casi el mismo repertorio, incluso con las mismas palabras y parecidos comentarios (demasiados), entonces debemos hablar de un déjà vu, un ya visto, un "eso me suena".

En el concierto del pasado miércoles y para los que quedamos prendados de la artista un año atrás, el factor sorpresa ya no funcionó, pues muy poco nos parecía nuevo. Ni los bises.

Dicho esto, debemos repetir una vez más el buen cantar de Silvia Pérez Cruz así como la maestría de su grupo. Su arte para alternar un repertorio amplio es único, sin duda; y su conexión con el público es indiscutible, ella sabe qué teclas tocar, qué palabras decir y cómo decirlas para seducir a esa multitud que la sigue de forma incondicional.

Mención aparte merece la inclusión (¿a última hora?) de un percusionista amigo que colaboró con ella en algunos temas. Formidable.

Silvia Pérez Cruz

****

Quinteto de cuerda

Auditòrium de Palma

01-06-17

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