Miquel Àngel Lladó Ribas es licenciado en Filología catalana, escritor y trabaja en la administración autonómica de les Balears. Ha publicado libros tanto de literatura infantil y juvenil, como de narrativa adulta. Pero la mayor parte de su producción se concentra en la poesía. Y el 29 de mayo, en el marco de la Feria del Libro, presentará su novela Mai no camiràs sol. Publicada con Ténemos Edicions y que ya está a la venta. Una obra en la que relata la pérdida de uno de sus hijos.

La novela de Lladó comienza el día en que a Lluís le diagnostican un tumor cerebral. Noticia que llega a familiares y amigos y que genera los primeros correos electrónicos que acabarán conformando el libro. Porque Mai no caminaràs sol sigue un formato que podría considerarse de diario personal o epistolar. Aunque con una característica. La compilación de correos forma la estructura central y la acompañan breves relatos escritos a posteriori, "cuando Lluís ya había fallecido".

Lladó reconoce que al principio los e-mails eran una forma de informar del estado de su hijo. "Pero se convirtieron en un instrumento para serenarme. A veces acompañaba los correos de un poema o una imagen. Eran un testimonio cercano de todo el proceso. Desde que a Lluís le diagnostican el cáncer hasta que abandona este mundo. Una experiencia que valía la pena reflejar. Quería darle a mi hijo la voz que no tuvo a lo largo de todo el proceso", aseguró Lladó.

Aunque no se trate de un testimonio de superación que termina bien, para el escritor el libro es un canto a la vida. Pero esto no significa que lo que vivió la familia de Lluís y el mismo fuese "un camino de rosas". Porque si de por sí un diagnóstico de cáncer es difícil, un transtorno autista lo complica más. "Nosotros teníamos que decidir por él, porque Lluís no podía entender lo que sucedía. Debíamos interpretar sus estados de ánimo", explicó.

Pero el escritor no quería que el autismo centrara el tema del libro. Tampoco que la obra fuese un relato triste y dramático. Ahí estaba el reto. El principal objetivo de Lladó era compartir la historia de su hijo. "El relato termina con una metáfora. No se trata de un punto y final, sino de un punto y seguido", concluyó.