Sant Jordi, el día en que las flores y los libros toman las calles, convirtió ayer el centro de Palma en un gigantesco y animado escaparate cultural. Desde la plaça d'Espanya a la Fundació Pilar i Joan Miró, la ciudad disfrutó de un ambiente festivo que animó tanto a residentes como a turistas, aunque al celebrarse en domingo, algo que hacía años que no ocurría, restó protagonismo a los más pequeños, que en lugar de acudir en masa con sus colegios, lo hicieron en familia.

El Gremi de Llibreters de Mallorca habló de "éxito de afluencia a pesar del cierre generalizado de los comercios en domingo". Se igualaron las ventas respecto a 2016 y se registró una "muy buena acogida de todas las actividades programadas".

"Valoramos muy positivamente esta jornada que ha transcurrido sin incidentes, pensamos que hemos conseguido llenar la ciudad de lectores con ganas descubrir novedades editoriales y podemos afirmar que Sant Jordi ya es una fiesta consolidada con un crecimiento de público un año tras otro", añadieron desde el Gremi que preside Maria Barceló, de la Llibreria Lluna.

El de ayer fue el broche de oro a una semana de actos de homenaje a la lectura en un domingo que arrancó con un pasacalles por la plaça de Cort, Colom, la plaça Major, Sant Miquel y la plaça d'Espanya, con los integrantes de 9Circ Social. En el ayuntamiento también madrugaron, y a las 10.00 horas ya había gente escuchando la maratón de lectura, de 240 minutos, durante la cual se recitaron textos de autores como Blai Bonet, Maria Aurélia Capmany, Joan Fuster, Miquel Àngel Riera o Jaume Vidal Alcover.

"Para mi gusto echo en falta algo de Cervantes, como hacen en otras ciudades, pero todo lo que sea literatura, bienvenido sea", comentó Gabriel Pérez, turista granadino presente en el hall del consistorio, donde también se encontraban autoridades como la presidenta del Govern, Francina Armengol; el vicepresidente del Consell, Francesc Miralles; el alcalde José Hila; o el regidor de Cultura, Llorenç Carrió.

Como cada primer y tercer sábado de cada mes, los jardines de la Misericòrdia se llenaron de libros con motivo de la feria de ocasión, aunque la de ayer batió récord de visitas, tanto de grandes como de pequeños lectores. "Hoy es el Día del Libro, así que no pienso comprarte ningún muñeco", le espetó una madre a su hijo, más interesado por el juguete que por la lectura.

A pocos metros, en la Rambla, los floristas se frotaban las manos. "No me imaginaba que sería un domingo tan bueno. El tiempo ha acompañado y hemos doblado las ventas respecto al año anterior", afirmó el responsable de Flors Pep Lluís.

Las rosas perfumaron las calles, y las hubo de todas las clases, desde las más golosas -se vendían rosas de chuches- hasta otras de corte solidario, como las que realizaron en el Centre ocupacional de Salut Mental sa Riera, expuestas en la desembocadura de plaça d'Espanya con Oms, otro de los puntos calientes de este Sant Jordi.

"Estoy muy contento al ver a tanta gente movida por los libros y la inquietud cultural. Si todos los que hoy pasean por Palma son lectores, esto es fantástico", comentó el escritor Gabriel Janer Manila, que coincidió con su hija Maria de la Pau en una abarrotada plaça Major.

"Este año, al caer en domingo, quizá haya más gente pero desde luego hay menos niños. Los colegios mueven a muchos estudiantes, que hoy se les echa en falta", señaló Darío Arca, librero de la editorial Dolmen, con expositor en plaça d'Espanya. "Lo que más estamos vendiendo son los cómics de humor, parodias de Star Wars o Spiderman. Los libros que cuestan más de 20 euros, difícil venderlos", apuntó con una media sonrisa.

En Avingudes, El Corte Inglés seleccionó a un grupo de escritores locales, que firmaron ejemplares en los soportales del centro, cerrado al no ser festivo autorizado de apertura. Sí abrió el de Jaime III, que ofreció un 10 por ciento de descuento en la venta de libros.

Las librerías recibieron a los lectores con los brazos abiertos, en el caso de Born de Llibres, los de Nora Lapido, su responsable. "Estamos teniendo un goteo constante de clientes y también de turistas, aunque estos solo miran, nada de comprar", aseguró. Conspiraciones, de Jesús Cintora, volumen que desvela las claves que convulsionaron al histórico Partido Socialista entre el 21 de diciembre de 2015 y el 29 de octubre de 2016, y el libro de fotografía Mallorca, otro tiempo, fueron dos de los volúmenes más solicitados en esta librería del centro comercial de Los Geranios.

Aunque la lista oficial la facilitó el Gremi de Llibreters a media tarde. En castellano, los títulos más vendidos fueron Patria, de Fernando Aramburu, Premio Nacional de la Crítica, obra que se adentra en el universo de ETA, en de los asesinos, sus víctimas y en el contexto familiar de todos ellos; seguido de Tierra de campos, de David Trueba; y Lo que te diré cuando te vuelva a ver, de Albert Espinosa. En catalán, los más vendidos fueron Nosaltres dos, de Xavier Bosch; Quan arriba la penombra, de Jaume Cabré; y Els vells amics, de Sílvia Soler.