Atlantis es el nuevo trabajo de Joan Miquel Oliver, que ha querido poblar de personas su mundo mágico en un disco que es una continuación de Pegasus (2015). En la presentación de ayer en Xocolat, el artista explicó que " Pegasus era un disco muy orgánico, en cambio, Atlantis es más cristalino. A nivel temático, Pegasus representa un escenario vacío con su paisaje y una persona que observa y describe lo que ve. En Atlantis la novedad es que las personas entran en este escenario". Eso sí, estas personas "miran pero tienen una mirada vacía, sin reflexión. Es una observación estética en dos dimensiones", detalló.

¿Y que hay detrás de esta mirada? Por ejemplo, relató, " Posidònia describe una situación idílica en Es Caragol hasta que llega una invasión de extranjeros y te das cuenta de que eres como un animalito de un zoo". La masificación de la isla se ha colado en este trabajo y es que Oliver tiene claro que Palma terminará como Barcelona, "una ciudad donde no se puede vivir". "Barcelona ya es un parque temático", lamentó.

En su nuevo disco también aparece un relojero que descubre que el tiempo es relativo en Rumba del temps, el primer single del album. Nins a tobogans, Agricultor ingràvid, Incident a sa pista dos, Atlantis, Rumba del Temps, Cançó de Contacte, Posidònia, La mar treu sabates, Ses persones, Torneig amistós, Disseny de producte y Ses coses son los doce temas que recorren y llenan de personas el "escenario" de Joan Miquel Oliver, que firma la producción, la música y la letra aunque ha contado con la colaboración de Toni Toledo en la batería y Toni Pastor en las mezclas. "No tengo paciencia para escribir las canciones y darlas a un productor. Por ello, voy construyendo todas las facetas del disco a la vez", desveló.

Exploración electrónica

El artista reconoció que con este trabajo culmina su exploración electrónica. "Una de las intenciones del disco era terminar de explotar mi relación con las 'maquinitas'. En Atlantis todo es pura electrónica, no hay ninguna pista acústica y no lo parece", describió un Joan Miquel Oliver que musicalmente abre el abanico estilístico. Así pasa del antifolk a la electrónica, la rumba, el funk y el pop puro.

En Altantis, que es su segundo trabajo tras la disolución de Antònia Font y el cuarto del artista, vuelve a contar con las ilustraciones de Albert Pinya. A nivel gráfico es la antítesis de Pegasus. Se han sustituido el azul y el verde por colores complementarios como el naranja y el rosa.

En el libreto del disco, conviven citas de Franz Kafka, Stephen Hawing o la E nciclopèdia Catalana, unas citas que aparecen ilustradas con seres mitológicos, sirenas y delfines.

El músico aclaró que el primer disco era la tesis; el segundo, la antítesis y ahora faltará la síntesis, que será el próximo trabajo que cerrará esta trilogía. De hecho, ya tiene en mente este tercer disco y sus previsiones es tenerlo listo en dos años.

Atlantis salió publicado el pasado viernes y ya lo estrenó la misma noche en Girona en el marco del Festival Strenes. Fue un éxito y el punto de partida de una gira que hará parada en Barcelona los próximos 20, 21 y 22 de abril en la Sala Beckett, en el marco del festival DO Illes Balears-Setmana de la creació contemporània balear. Evidentemente habrá conciertos en la isla aunque todavía es pronto para avanzar las fechas de una gira que trasladará a Oliver a otros puntos de Cataluña (por ejemplo, el 29 de junio en Vilanova i la Geltrú), así como Madrid y Valencia.

Peticiones

De momento, sus seguidores pueden disfrutar de la música de Joan Miquel Oliver hoy a las 18.30 horas en el Espai Xocolat, en un "concierto de peticiones" donde "todo vale". Aunque hoy estará solo junto a su guitarra eléctrica, en los conciertos en directo cuenta con la colaboración de Jaume Manresa y Xarli Oliver. "Trasladar el disco a un directo es volver a reconstruir las canciones. La primera impresión es que mejoran pero luego escucho el disco y también me gusta", confesó en la presentación de ayer a la prensa.

Este nuevo trabajo que ya cuenta con el videoclip de la canción que da título al álbum, un videoclip que descubre en clave de electropop una civilización perdida bajo el mar, administrada por una versión extraña del dios Poseidón. Está rodado por Guardas Forestales, el colectivo formado por Mai Balaguer, Jordi Fàbregas y Óscar Lorca, un "equipazo con el que ya rodó Flors de cactus . La coreografía la firma Anna Hierro mientras que el estudio Pedra se ha encargado de la dirección de arte y del vestuario.