Steve Afif aterriza hoy en el Casal Solleric con un viaje por distintas expresiones artísticas. Un recorrido que se inaugura en el Área 1 bajo el título Sin rumbo fijo, una exposición que no está planteada como una retrospectiva a pesar de que reúne trabajos desde los 90 hasta la actualidad. El espectador que emprenda el viaje se dará cuenta de la versatilidad técnica del artista deportado de Alejandría y afincado en la isla desde los años 60.

La pintura, la escultura y el dibujo forman parte de este recorrido artístico aunque es en el campo del dibujo donde Afif define su amplio registro de técnica. Usa el lápiz, la tinta china, la acuarela, el bolígrafo, la aguada, el rotulador... Todo un compendio de materiales que sorprenderán al visitante tanto por su técnica como por su iconografía nada complaciente. Eso sí, cuando le toca al artista definir su obra admite que aún se considera "un amateur" porque no tiene "maestría a la hora de crear". Algo que desmienten el centenar de obras expuestas en el Solleric. Mayoritariamente inéditas, sus creaciones definen acciones y actuaciones a través de las cuales transmite un amplio registro de emociones.

La carga lujuriosa y dramática queda patente en ese viaje por las creaciones de Afif. Se podrían utilizar adjetivos como irónico, burlesco, agresivo, dantesco, apocalíptico o socarrón para definir su trabajo, un trabajo que gira en torno al género humano, sus emociones y sus perversiones. Y es que "sus dibujos atizan los sentimientos humanos como el viento levanta la hojarasca", tal y como describió ayer en la presentación el comisario de la muestra y crítico de este periódico, Biel Amer.

En su viaje, Afif expresa su sentido de la vida. "Me gusta el instinto, el capricho y la casualidad a la hora de crear", admitió para luego añadir que "dibujo para explicarme lo que estoy viendo o imaginando". Por ello, tanto su pintura como sus dibujos o sus piezas escultóricas hablan de su sentido de la vida, de sus experiencias humanas, de sus desencuentros y tropezones con la vida. "En esta exposición, hay mucha vida, sentimiento y toda una visión de lo que es el arte", resaltó Amer.

El comisario desglosó que a partir de sus dibujos, el artista se abre "sin tapujos". "Desde el más simple de los garabatos hasta el más complejo de los bosquejos, todas sus creaciones giran en torno a las pasiones humanas", resaltó. "Inclasificable por naturaleza, su obra habla de él sin decir palabra, sin describir sus sentimientos y, sin embargo, se expresa con tanta definición y claridad que estremece la visión de su entorno y su interior", reseñó el comisario.

Por su parte, el concejal de Cultura de Cort, Llorenç Carrió, recalcó que "la trayectoria artística de Afif tiene grandes paralelismos con su propia vida, en el sentido de estar siempre a la búsqueda y a la inquietud personal y artística". Precisamente, Sin rumbo fijo da fe de esta ocupación.