Para el artista James Lambourne, su vida conectó en cierto modo con la de Ramon Llull desde que llegara a Mallorca con cinco años. Ahora, casi seis décadas después, el escultor británico rinde tributo al beato mallorquín en su nueva muestra Seelae.

Desde ayer por la mañana, Lambourne naturaliza el espacio de ABA Art Lab, trasladando las piedras que dan nombre a la exposición a la Plaça Porta de Santa Catalina. "Este tipo de piedras se encuentran alrededor del mundo. Se trata de piedras que marcan eventos y sucesos de todo tipo, por eso se colocan verticalmente". A los excursionistas les pueden recordar a las 'fites' que señalan los senderos. Sin embargo, Lambourne aseguró que "son ellas las que me han encontrado; ellas mismas han recorrido el camino hasta constituir la obra".

Una ruta involuntaria que comenzaron durante sus visitas al Monasterio de Miramar y sus paseos por Randa. "Durante mis salidas encontré una piedra triangular, y gran parte de la simbología de Llull está compuesta por triángulos superpuestos", explicó.

A este homenaje lo acompaña una muestra de "lienzos hechos a mano, papel sobre papel, que solo viéndolo se comprende su magia".