Mateu Bauzà regresa a las galerías Pep Llabrés, calle Sant Jaume en Palma, esta vez con su muestra individual Pintura de color, que se inaugura esta tarde a las 20 horas.

El pintor continúa en esta exposición su línea cromática acrílica austera. Perfilado sobre tela de algodón, proyecta en cada uno de los cuadros un pensamiento ecléctico influido tanto por la filosofía taoísta como por el pensamiento budista, implantando también las ideas de Schopenhauer. Mediante esta pintura intimista, alejada de parámetros sociológicos, busca conectar espiritualmente con el espectador.

Pintura de color es el resultado de tres años de transformación frente al lienzo, proyectando la importancia de la meditación zen, ante un monocromo cargado de la energía vibrante del color que viaja entre el reduccionismo minimal y una cierta sensualidad cromática. La aplicación por capas finas de color y la restricción de la pincelada responden a la influencia de referentes como el ruso Malevich, Barnett Newman, Rothko, Marden, Ryman o Martin.