Nerviosismo, incertidumbre, desconcierto, dolor. Decenas de sentimientos se acumulan cuando un cantante acaba rodando por los suelos en pleno concierto.

Son sucesos inesperados que ponen en alerta a los miembros del equipo del artista en cuestión, que tensionan al público y que, a la larga, con suerte, no pasan de ser una anécdota cachonda que hace aún más especial el recital, por aquello de la diferencia.

A continuación repasamos algunos de los batacazos más dolorosos de la música de los últimos años, con rockeros y divas del pop rivalizando para comprobar quien se hace más daño a sí mismo por amor al arte. El espectáculo, eso sí, debe siempre continuar.

Paulina Rubio

Costalazo terrible mientras habla al público en un reciente concierto en México. Hay instantes de verdadero nerviosismo, inquietud, zozobra. El respetable corea el nombre de la artista para animarla. La parte positiva es que, a pesar de haberse despeñado aparatosamente, el recital pudo proseguir pasados unos minutos.

Justin Bieber

El ídolo pop canadiense va andando por el escenario cuando, de repente, desaparece de manera fulminante. ¿Qué demonios ha pasado? ¿Acaso una trampilla abierta? Vuelve a subir a las tablas como buenamente puede y con incredulidad absoluta eso es básicamente lo que pregunta a través del micrófono rodeado de los alaridos de sus fans.

Madonna

En los Brit Awards 2015, el vestuario jugó una pala pasada a Madonna, pues su capa quedó enganchada dramáticamente a un punto fijo mientras ella se movía, por lo que terminó despeñándose escaleras abajo. Al menos la altura no era excesiva, por lo que la cosa quedó en un traspiés inoportuno.

Bono

El impetuoso vocalista irlandés conoce bien la dureza del escenario, pues a lo largo de los años ha perdido la verticalidad en varias ocasiones. La más aparatosa, durante el concierto de U2 en Miami en 2001, cuando el escenario se le quedó pequeño. Exactamente igual que al guitarrista The Edge en mayo de 2015.

Axl Rose

Otro que se ha pegado buenos golpetazos a lo largo de los años es el frenético Axl Rose, siempre entregado a la causa en los recitales en vivo. Caídas hay muchas, como vemos a continuación, pero nos quedamos con la que está en el punto 3:20" del siguiente vídeo porque cae a plomo en el suelo, a pesar de lo cual continúa desgañitándose mientras mira al techo, ignorando al dolor y al rubor (y no, cuando se rompió recientemente un dedo del pie y acabó cantando sentado una temporada no se cayó, así que de ese instante no hay vídeo).

Paul Mccartney

Al ex Beatle se le tragó la tierra, literalmente, durante un concierto hace unos años. Paul se lo tomó con humor, a pesar de que el batacazo fue terrible, y explicó lo sucedido la noche siguiente, tal y como podemos ver en el siguiente vídeo.

Robbie Williams

Ya hemos visto que las pasarelas son muy socorridas para que el cantante de turno se acerque a sus embelesados seguidores. Pero son en realidad un arma de doble filo, pues están alejadas del escenario principal y, allí, en tierra de nadie, cualquier cosa puede suceder. Más si llueve y el suelo está graciosamente deslizante.

Lady Gaga

La neoyorkina no es que sea un ejemplo de elegancia, pero desde luego hay que alabar su profesionalidad al seguir cantando desde el suelo, con las piernas por un lado y la cabeza por otro, tras un traspiés que bien podría haberle dejado secuelas más complicadas si se hubiera golpeado de mala manera contra el piano culpable de todo.

Beyoncé

Por si alguien tiene alguna duda: las divas son humanas. A veces no lo parecen, pero lo son. Beyoncé es la prueba al acabar dándose de bruces al bajar por una escalinata en pleno concierto, por supuesto con taconazos y una melena leonina. La cuestión no es que se caiga, sino preguntarse cómo puede ser que esto no suceda más a menudo con tanto desenfreno escénico.

Mariah Carey

Instantes de sonrojo sufrió Mariah Carey al caerse en plena actuación y tener que ser recogida por sus bailarines. Todo el mundo tratando de aparentar que la situación estaba controlada, pero con la risa floja florenciendo en sus nerviosos rostros.