"Hoy es un día para la satisfacción, después de muchos años de peleas entre abogados", confesó ayer la hija de Gabriel Casas, Núria , quien se mostró feliz ante el hecho de que la figura de su progenitor "empiece a conocerse ahora". "Mi padre se resistió a apoyar al Movimiento y eso le llevó al ostracismo", recordó. Buena parte de su producción fue decomisada en 1939, finalizada la Guerra Civil.