Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Los horrores de la posguerra

Sin negar que el régimen nazi ha sido uno de los más crueles de la historia de la humanidad, los aliados (no sólo los rusos) tienen en su casillero varios episodios de extremada saña. Uno de ellos fue el bombardeo de Dresde; otro el que desarrolla esta película. En Dinamarca, por su paranoia habitual, los nazis habían plantado cerca de un millón de minas en las playas. Al finalizar la guerra los ingleses, saltándose a conciencia la Convención de Ginebra, obligaron a dos mil prisioneros alemanes (la mayoría de ellos adolescentes, porque los más adultos habían caído en combate) a retirar esas minas sin ninguna protección. Sólo sobrevivieron la mitad de ellos.

El guión se centra en un destacamento de catorce de ellos a las órdenes de un sargento danés (única licencia histórica). El hombre (Moller) odia a los teutones y es muy autoritario, pero entiende desde el principio que los chicos son personas, no animales. Entre éstos hay de todo, líderes naturales, aspirantes a líderes, una pareja de gemelos? Todos de clase humilde. Sólo desean regresar a casa, olvidar un conflicto al que no acudieron voluntarios. Sus penurias son bastante duras sin llegar a insoportables (sólo uno de las explosiones se muestra de forma explícita); y hay momentos de sosiego como el partido de fútbol. Se exagera un poco la bondad del sargento frente a la insensibilidad de sus superiores, aunque no es improbable que se dieran casos así. No se exagera nada la creciente desesperación de los jóvenes. Cuidada fotografía, acertado ritmo y actuaciones. Excelente película antibélica. Nuevo recordatorio de que los conflictos pocas veces acaban tras los armisticios.

Compartir el artículo

stats