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Entrevista

Ricardo Alía: "La novela negra se vende muy bien porque la sociedad también es negra"

El escritor presentó ayer su última obra, 'El salto del caballo', con la que cierra su exitosa 'Trilogía del Zodíaco'

Ricardo Alía, ayer en Born de Llibres, en Palma. b. ramon

El escritor Ricardo Alía (San Sebastián, 1971) presentó ayer en Born de Llibres el thriller El salto del caballo, con el que cierra la Trilogía del Zodíaco. El acto, que contó con la intervención de Josep Manuel Vidal-Illanes, se enmarca en la octava edición del Febrer Negre.

-¿Cómo surgió la idea de esta trilogía?

-La chispa surgió cuando acababa la carrera de Químicas. Tenía la trama de la primera entrega de la trilogía, El signo del dragón, pero fue tras ver un documental sobre Lorca, en busca de sus restos mortales, cuando se me ocurrió una idea de fosas comunes y cuerpos enterrados, que asocie con esa idea primitiva de la facultad. Ideas dispares que enlacé con una trama sobre ETA. Mi idea no era hacer una trilogía sino una gran novela pero advertí que me iba a las mil páginas. Y para un escritor novel empezar con una novela tan grande y ambiciosa no era lo suyo.

-¿Sorprendido con la excelente respuesta de los lectores?

-Yo soy muy modesto y tranquilo, y no he pensado eso. Sí que me he dado cuenta ahora de lo bien que se vendió la primera parte, que fue número uno en el País Vasco varias semanas. Repetir eso es muy difícil. Sigo siendo químico escritor aunque me gustaría ser escritor químico.

-¿Cómo son los personajes que habitan la Trilogía del Zodíaco?

-Soy un autor que emplea muchos personajes, aunque hay dos que son los principales: Max Medina, un inspector de homicidios de la Ertzaintza, con un pasado de Policía Nacional en Madrid, y que pidió el traslado porque siempre se lleva mal con sus jefes; y su contrapunto, Erika López, una joven cadete que busca lo irracional en los casos que investiga. Ambos se verán rodeados de muchos secundarios, que los trabajo igual que los principales.

-¿Con la inactividad de ETA ha crecido el número de escritores que escriben sobre ella?

-Sí. No es que antes hubiera miedo pero con la desaparición de la banda se ha creado un caldo de cultivo perfecto para ambientar novelas negras en el País Vasco y empezar a contar sin ningún miedo lo que fue ETA. Antiguamente era muy difícil tocar según qué temas.

-¿Qué tienen en común sus dos pasiones: el ajedrez y la literatura?

-Con el ajedrez competí mucho a nivel internacional y los viajes, los hoteles, los traslados, me posibilitaron leer mucho. Con el ajedrez aprendí a trabajar mucho la memoria. Soy un escritor que siempre lo tiene todo en la cabeza. Recomiendo el ajedrez a los niños para ejercitar la mente.

-¿Qué les aconsejaría a los futuros escritores?

-Un escritor es lo que lee. Todas las referencias vienen de nuestras lecturas. Como lector soy muy ecléctico. Me gusta desde Tolkien a Stephen King -su novela Christine marcó mi adolescencia-, pasando por el Quijote, Murakami, García Márquez, Pierre Lemaitre, Chandler...

-¿La novela negra vive un boom?

-Sí. Se vende muy bien por dos razones: la sociedad es totalmente negra, como las tarjetas, y el mundo actual es muy visual, como la novela negra, que es dinámica y trepidante. Por eso engancha.

-¿Qué será lo próximo?

-Tengo un libro ya acabado, pendiente de entrega. Un thriller que transcurre en Londres en 2002, tras los atentados del 11-S. El protagoniusta es un ajedrecista.

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