­Mañana, el cantante de rap mallorquín Josep Miquel Arenas, más conocido como Valtonyc, será juzgado en la Audiencia Nacional por un supuesto delito de injurias a la corona y exaltación del terrorismo en las letras de sus canciones. La fiscalía le pide tres años y ocho meses de prisión, además de una fianza de unos 4.000 euros. Si es condenado a una pena superior a los dos años, podría entrar directamente en la cárcel.

­­

-¿Cómo se enfrenta a este juicio?

-Como un juicio político, no como un juicio personal. No me siento halagado, no creo que esto sea un ataque a Valtonyc. No creo que sea un ataque personal, sino que lo veo un ataque a los derechos de la sociedad, al derecho a la libertad de expresión. La intención no era violenta. Ni quería ni quiero matar a nadie, ni pretendo que nadie lo haga. Tenía entre 18 y 19 años, ahora lo diría con otras palabras.

-Le acusan de que sus canciones incitan a la violencia.

-Yo no creo en la violencia gratuita, no creo en este tipo de violencia de la que me acusan. No he matado a nadie, ni lo haría. El arte es para provocar. Desde siempre a través de la literatura, la pintura, el cine, en el arte en general se intentado expresar el desacuerdo con el momento histórico. Y si bien los raperos ahora están más en el punto de mira, esto ha pasado siempre, el querer reprimir la libertad de expresión en sus distintas expresiones artísticas. Además, mis letras no sólo hablan de estos asuntos, también hablo de temas míos personales.

-¿Entonces qué pretendía?

-A ver, yo hice una canción cuando detuvieron a los Maulets de Palma, que criticaba a Jorge Campos, presidente del Círculo Balear. Él me denunció y dijo que lo había amenazado de muerte. Llegamos al juicio y el juez dijo que no había amenazas de muerte, pero la Policía Nacional investigó mis canciones y encontró indicios de presunta apología al terrorismo e injurias a la corona. Volvió al juez y, parece surrealista, pero como lo tratan como un caso de terrorismo, lo tiene que juzgar la Audiencia Nacional. Jorge Campos se ha presentado como acusación particular.

-¿Ha hablado con Jorge Campos?

-Se comunicó conmigo a través de su abogada, y me dijo que si pedía perdón la cosa no iría más. No me arrepiento ni quiero pedir perdón. Entiendo que él quiere meterme en prisión y yo como artista debo defender la libertad de expresión.

-¿Es consciente de que existe la posibilidad de estar un tiempo sin libertad?

-Desde mi punto de vista, si me privan de la libertad quedaría confirmado que en este país la libertad de expresión sólo la tienen algunos. Es contradictorio, porque la libertad debería ser para aquellos que la reclaman.

-¿Está preparado por lo que pueda pasar?

-Espero que se escuche mi verdad. En caso contrario, me sabría muy mal por mi familia. Yo no he hecho nada más que expresar mis emociones a través del arte, las injusticias que veo. Más que un acto de violencia, yo lo pretendía es concienciar. En la adolescencia empiezas a ver cómo funcionan las cosas, cuando hice las canciones tenía entre 18 y 19 años. Los mismos medios de comunicación reflejan las injusticias que presuntamente se producen. Lo que dije lo saqué de los medios de comunicación. No me arrepiento. Son formas de hablar, ¿no has escuchado nunca este tipo de frases en los bares, entre los payeses?

-¿Habla de las glosas de picat, como las que se escucharon en el acto de apoyo a su causa y a la libertad de expresión el pasado fin de semana en Artà?

-Sí y de cómo se comunicaban los payeses. Crecí en sa Pobla, era y es una forma de decir las cosas a través del arte, su arte, pero de ahí a usar la violencia física hay un tramo largo, que yo no he recorrido ni pretendo recorrer.