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Crítica de teatro

Episodios pasionales

El reclamo del sexo casi siempre funciona. Que se lo digan a los publicitarios, a los productores de series de éxito o a la autora de las sombras ésas. Patricia Jordá, dramaturga, actriz y sexóloga, nos propone esta fórmula, que le añade otra "o" al mirón de toda la vida y se articula en una estructura de 'sketchs' de temática erótica y, parece, pretende trasladarnos la moraleja de que hagamos el amor con alegría y sin centrarnos en los genitales. Curiosamente, la mera mención de los órganos sexuales continúa provocando las risas del público, somos los de siempre.

El arranque de la propuesta: Lilith, la legendaria primera mujer de Adán, que viene a instruirnos sobre el sexo, me parece un poco pretencioso y bastante primario, con sus efectos especiales: la parodia bíblica anda muy gastada. Las escenas sueltas, en cambio, aunque irregulares, apuntan maneras bastante interesantes. Pero no se concibieron para la amplitud del Trui: en la Sala Galileo madrileña se aprovechaban diversos espacios, a la manera del microteatro. Esto resulta manifiesto en el fragmento de la pareja en penumbra, que tiene gracia, pero no acaba de funcionar, por el distanciamiento. Algo parecido ocurre en las apelaciones de la maestra de ceremonias al respetable. En líneas generales, las piezas autónomas resultan un poco largas y reiterativas: funcionarían mejor ajustándose a sus contenidos más divertidos y menos convencionales.

Excelentes intérpretes, los de Vooyeur (inviable acertar en sus nombres exactos, hay varias versiones y no te dan programa de mano) y, en su conjunto, un espectáculo simpático y entretenido. No es poca cosa.

Vooyeur

TRUI TEATRE (PALMA)

**½

Autora: Patricia Jordá. Dirección: Luis Andrés.

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