El pasado sábado, la Orquestra Simfònica de Balears junto al Orfeó Català y algunos solistas vocales interpretó, en el Palau de la Música Catalana de Barcelona, la Cantata de Randa, de Salvador Brotons, autor de la partitura, director del concierto y este año compositor en residencia del Palau. Con un público entregado y que llenaba la sala por completo, orquesta, coro y solistas recibieron el aplauso de todos los asistentes, entre los que se encontraban el director titular de la Simfònica y la gerente del Consorcio además del compositor mallorquín David León, de quien también se interpretó Reflecting Hamlet y del director del Palau, Joan Oller, quien desveló a éste periódico que el año que viene también invitará a la Simfònica para estrenar el Rèquiem de Albert Guinovart.

Cantar sobre el escenario del Palau de la Música es como hacerlo en el Walhalla, primero porque el edificio modernista de Domènech i Montaner, autor también del Grand Hotel (hoy CaixaForum) de Palma, es como un templo en una de las ciudades más wagnerianas de Europa y además porque sobre la cabeza de los intérpretes los caballos de la cabalgata de las valquirias, ideados por el escultor Pablo Gargallo, parecen vigilar la audición, siempre con el beneplácito de las Musas que esculpió Diego Massana y que en forma de relieve salen de los laterales en forma de decoración modernista. Todo bajo el órgano en el que Albert Schweitzer tocó obras de Bach en más de una ocasión.

Entusiasmo del público

Con todo eso, no es de extrañar pues la satisfacción de Salvador Brotons al finalizar la velada en la que el público, puesto en pie, obligó a la repetición del último movimiento: "Venir al Palau con una de mis orquestas más queridas, con el Orfeó y con una obra mía es impagable. Noches como ésta pasan una vez en la vida", comentó exultante.

A los músicos de nuestra formación instrumental también se les notaba ilusionados, tocar en el Palau imprime carácter. Por ese escenario han pasado todos los grandes nombres de la música del siglo XX, sin excepción. Y en él daba los conciertos la Orquesta que creó Pau Casals a través de la Associació Obrera de Concerts y que en la década de los años veinte del siglo pasado quería acercar la música a las clases trabajadoras.

No es la Simfònica la primera institución mallorquina que pisa el Palau de la Música, citemos a la Coral UIB, que dirige Joan Company, que actuó allí a las órdenes de Trevor Pinock, de Ernesto Halffter y Joan Guinjoan. Por cierto, el verano pasado Joan Company dirigió en el Palau la Orquesta de Juventudes Musicales y coros de diferentes países en el marco del Festival Coral de Barcelona.

También expectantes estaban los miembros del Orfeó Català, más acostumbrados a pisar ese mítico escenario. Ya desde su creación a finales del siglo XIX por Lluís Millet y Amadeu Vives, el coro auspició la construcción de la mítica sala de conciertos. El Palau es la sede habitual del Orfeó, la formación que actualmente tiene como director titular al inglés Simon Halsey, pero que han dirigido puntalmente ilustres maestros como Richard Strauss, Camille Saint-Saëns, Sergiu Comissiona, Pau Casals, Antoni Ros Marbà o Zubin Mehta.

Por lo que a los solistas se refiere, tanto la soprano Marta Mathéu (habitual en los escenarios operísticos europeos) como el barítono Josep Ramon-Olivé (que en unas semanas participará en un espectáculo que la Fura dels Baus ha creado sobre Carmina Burana) fueron muy aplaudidos, cantaron muy bien sus partes, que son las que están en catalán medieval. También la recitadora, la actriz Silvia Bel (que no es nueva en el tema musical pues ha colaborado con Lluís Llach y Jordi Savall), resultó convincente e hizo muy entendibles los textos en catalán actual. Y es que esa Cantata de Randa utiliza mayoritariamente textos propios de Ramon Llull, otros de poetas como Joan Alcover así como unos nuevos, escritos para la ocasión por Neus Dalmau y que, leídos, no cantados, sirven para enlazar las diferentes partes.

Neus Dalmau se confiesa pintora de profesión aunque escritora en su tiempo libre. Ella, animada por el Laboratori d'expressions artístiques i desenvolupament y por su devoción hacia Ramon Llull, se puso en contacto con el compositor y director de orquesta Salvador Brotons con el fin de escribir juntos una obra dedicada al gran maestro mallorquín del siglo XIII. Así nació la Cantata de Randa, una obra para orquesta, coro, solistas vocales y rapsoda, que se estrenó el día 21 pasado en el Auditori de Manacor con los mismos intérpretes.

Música al texto del sabio

Así se explicaba Neus Dalmau poco antes del concierto en Barcelona: "Yo misma, como Llull, tuve como una revelación que me indicaba que debía poner música a los textos del sabio para explicar la inmensidad de su vida y obra así como la de su época. Con Brotons hemos gestado esa partitura de la que estoy muy satisfecha; el compositor ha captado la esencia de los textos, de la vida de Llull y de la época".

Estructurada en nueve movimientos, que se interpretan sin pausa, esa cantata de cuarenta minutos de duración es la primera propuesta musical que sale de esta institución cultural que apadrina el artista multidisciplinar Perejaume, el Laboratori d'expressions artístiques i desenvolupament, con sede en Lloret de Mar pero que en sus cinco años de vida ha promocionado las artes en todas sus formas.

Además de la cantata, que ocupó toda la segunda parte del concierto, en la primera se interpretaron dos partituras compuestas a partir de obras de Shakespeare. Esas fueron Romeu i Julieta de Tchaikovsky, obra del repertorio habitual de las orquestas, y Reflecting Hamlet de David León, esta última en calidad de reestreno, pues se había presentado en Manacor junto a la obra de Brotons.

David León, que subió al escenario catalán para recibir el fervor del público, comentaba a este periódico en el intermedio de la velada: "Volver a Barcelona siempre es un placer, estudié matemáticas y música aquí, y si además la venida es para que se interprete una obra mía entonces el placer se multiplica".

La Orquestra volvió a Palma ayer domingo pues mañana martes sale hacia París donde va a interpretar en Radio France Hall obras de Tchaikovsky y Mendelssohn.