-Para evitar duplicidades con la Balears Film Commission, ¿cuál será exactamente su cometido?
-Tenemos que coordinarnos. Ángela Bosch, al frente de la IBFC, está volcada en la promoción y proyección exterior. Yo puedo aportar una formación complementaria pues conozco mejor los mercados en cuanto a producción. Ella es especialista en distribución. Por otra parte, hay que tener en cuenta que la MFC [con 140.000 euros de presupuesto] está bajo el paraguas de la Fundación Mallorca Turismo, que pertenece a la conselleria de Economía del Consell. Es decir, nuestro trabajo de captar rodajes para la isla tiene también como objetivo fortalecer nuestra economía y promocionar el turismo. También está la Palma Film office, centrada en Ciutat. Para coordinarnos las tres oficinas, vamos a crear una dirección de correo electrónico común que funcionaría como ventanilla única. Al final, de lo que se trata, es de facilitar los trámites para rodar.
-¿Qué harán con la Ley Audiovisual aprobada por Bauzá?
-Es una herramienta útil, lo que pasa es que está poco desarrollada, le falta el reglamento, en el que estamos trabajando. Sería interesante el desarrollo de las exenciones fiscales autonómicas. Ahora mismo existe un incentivo fiscal a nivel estatal para los rodajes que es del 15%. Canarias y Navarra tienen regímenes especiales y para ellos el incentivo es del 35 y 30%, respectivamente. 2015 fue el primer año que se aplicaron estos incentivos. Ahora veremos cómo se producen las devoluciones y su impacto real.
-¿Es competitivo el 15%?
-Es un incentivo bajo. Es competitivo, pero no tanto como el de otros lugares. Inglaterra acaba de situarlo en el 25% y el de Francia está en torno al 20. Pero como aquí los costes son más bajos, igual compensa más nuestro 15% que el 20 francés.
-¿Nos merecemos el 35% canario?
-Desde luego. Además, estamos más cerca de Europa y tenemos mejores infraestructuras. Ahora estamos trabajando con los canarios para intentar combinar rodajes en ambos archipiélagos. Por ejemplo, en aquellas películas que se necesite desierto, zona tropical y ambientación europea. Las dos primeras partes se podrían rodar allí y la última aquí. La inestabilidad del mundo árabe, cuando se quiere rodar una película de guerra o en el desierto, ha beneficiado mucho a Canarias y a Almería. Los países latinoamericanos también han perdido fuerza por el zika, lo que ha favorecido a Canarias y Madeira al ser las únicas localizaciones europeas con paisaje tropical.
-¿Cuáles serían nuestros incentivos a nivel autonómico?
-Podría haber una exención de tasas en niveles donde tengamos competencias, como costas, medio ambiente, puertos, Emaya... Rodar en un determinado lugar puede costar dos mil euros al día y reducir estas tasas podría favorecer que vinieran más rodajes.
-Con todo este trabajo, ¿no se corre el peligro de que las productoras de las islas se conviertan en meras empresas de servicios y no en motores de creación cultural?
-Es cierto que se está haciendo un esfuerzo en la producción exterior cuando apenas hay producción interna. Pero ya avanzo que el trabajo de rodajes va a ser paralelo al del apoyo al talento de aquí. El IEB sacará una línea de ayudas y nosotros estamos estudiando hacerlo. Estamos muy por debajo del resto de comunidades autónomas en el tema del cine. En Andalucía producen una media de cuatro o cinco largos al año. En Cataluña y País Vasco, también. Asimismo, sacaremos una línea anual de premios para apoyar la producción local.
-¿Se está trabajando sobre un plan integral del audiovisual?
-Un plan estratégico debería ser a tres o cinco años vista. Yo he hecho el mío para la MFC, pero todos compartimos objetivos. Una de las primeras metas sería agilizar y facilitar los rodajes entre todos. A medio plazo, la intención es crear una suerte de Instituto del Cine. Pep Ramon Cerdà [IEB] sé que tiene en mente el modelo del Institut Català de les Empreses Culturals. Otra estrategia a desarrollar es el campo de los eventos cinematográficos, es decir, los festivales. Asimismo, hay que ayudar a los productores locales a buscar mercado y creo que otra línea debería ser ayudar la creación de estructuras estratégicas. Por ejemplo, contar con un water tank. También deberíamos tener en cuenta las nuevas formas de consumo cultural [YouTube, internet] y establecer estrategias de creación de público.
-¿Ya se ha reunido con productores interesados en rodar aquí?
-Sí. He estado en Los Ángeles y ahora mismo tengo sobre la mesa entre 10 y 12 proyectos tanto europeos como americanos cuyos plazos de rodaje están entre el último trimestre de 2017 y 2018. Algunos son de directores interesantes. Si saliera alguno, sería un gran impulso para nosotros. También hay películas alemanas interesadas. Los alemanes nunca han dejado de rodar aquí.
-¿Nos hemos recuperado de lo que sucedió con Cloud Atlas?
-A mí no se me ha olvidado. Lo que he aprendido de todo esto es que los procedimientos administrativos son lentos, complejos y dificultan conseguir determinadas cosas. Ahora ya no me lanzaría a la piscina como hice en ese momento. Uno de los debates de esta legislatura es sobre los procedimientos administrativos, que pueden llevar a que se incumplan los proyectos de un mandato. Creo que si no hubiera pasado lo de Cloud Atlas, ahora estaríamos en el mapa de una manera mucho más sólida. Gracias que The Night Manager, que se rodó aquí, ha tenido un impacto muy fuerte. En L.A. todo el mundo sabe de la isla por esta serie.
-Gracias a plataformas como Netflix o HBO, el audiovisual vive una época dorada. ¿Sabremos aprovecharnos de ello?
-Espero que sí. Ahora mismo hay cerca de 400 nuevos proyectos de series en marcha. Los nuevos estudios están en expansión. Es un mercado en el que deberíamos competir y tengo bastantes buenas expectativas. Creo que en un año o dos, si combinamos esfuerzos todos, podríamos tener bastantes rodajes. También hay una buena coyuntura política a nivel balear en los puestos clave. Están Pep Ramon Cerdà, Cosme Bonet, Jaume Gomila, Josep Mayol, Jarabo... Es gente que conoce el sector y que puede hacer que esto avance. Esperemos que la maquinaria administrativa no nos ralentice en exceso.
