"He llorado mucho con la historia del soldado atleta López Lomong, no sólo por la dureza de su biografía sino también porque he sido capaz de darle la vuelta y ver que genera mucha esperanza", confiesa la ilustradora mallorquina Nívola Uyá, dibujante del cuento infantil sobre la vida de este deportista que tuvo que huir de la guerra del Sudán con apenas seis años y acabó en 2008 como el abanderado de EE UU en los Juegos Olímpicos de Pekín. Su increíble historia, un ejemplo de superación, adaptada para niños de entre ocho y nueve años, cayó en manos de Nívola el pasado junio, cuando la editora de Cuento de Luz, sello madrileño con el que trabaja habitualmente, le propuso dibujar un álbum en el que también participa la Fundación Lo que de Verdad Importa.
El arranque del proyecto editorial fue la lectura de la biografía de López Lomong, Correr para vivir, que proporcionó a la dibujante la documentación necesaria para inspirarse. "Con la editora Ana Eulate, quien ha escrito el texto del cuento, fuimos trabajando y seleccionando las escenas", relata. "Creo que me tiré un poco a la piscina al principio", confiesa Nívola, "porque poco a poco me empezó a dar mucho miedo trabajar sobre la vida de alguien que está vivo", continúa.
Lo más complejo, reconoce, fue dibujar a López Lomong de niño "porque no hay fotografías de él hasta los 16 años. Tuve que ficcionalizar", asegura. La primera etapa de la biografía está entintada en colores sepia para ir subiendo en colorido a medida que la vida del protagonista se va abriendo e iluminando. "Fue raptado cuando tenía seis años y llevado por los rebeldes sudaneses a unos barracones donde padeció miseria, crueldad y mucha brutalidad. Su destino era convertirse en un niño soldado", relata la dibujante. Pero la vida le dio otra oportunidad. "Otros tres niños mayores que él lo cogieron y lograron escapar. Lo hicieron corriendo por las noches para que no los volvieran a capturar", prosigue. De esta manera, consiguieron alcanzar Kenia y llegaron al campo de refugiados de Kakuma, donde permaneció diez años. "Allí pasó mucha hambre. Para olvidarse de ella, jugaban a fútbol o corrían por la zona. López Lomong explica que llegaba a correr 40 kilómetros diarios y que eso le salvó la vida", añade. "Él dice que corre para dar una mejor vida a las personas. Ha creado una fundación en su país para ayudar a los demás", explica Nívola. El atleta acabó viviendo en EE UU después de que una familia le adoptara. Fue entonces cuando empezó a correr profesionalmente e ir a la universidad.
El cuento sobre López Lomong -en librerías a finales de mes y que será presentado en Madrid el 12 de diciembre- forma parte de una colección de álbumes ilustrados con la vida de personas inspiradoras impulsados por la Fundación Lo que de Verdad Importa. El del tenista mallorquín Rafa Nadal lo dibujará la segoviana Mónica Carretero.
