El cantautor valenciano Raimon ha dicho hoy que ha decidido retirarse de los escenarios "ahora" que se encuentra "bien de voz", porque quiere "dejar un buen recuerdo" y, como dicen los italianos, "finire in bellezza".

En rueda de prensa, el cantante de Xàtiva ha asegurado que se va "amando el oficio" y a su público, del que se despedirá en los doce recitales programados para el mes de mayo de 2017 en el Palau de la Música de Barcelona.

Los conciertos tendrán lugar durante los cuatro fines de semana del mes de mayo de 2017, los días 5, 6 y 7; 12, 13 y 14; 19, 20 y 21, y 26, 27 y 28.

Tras esta serie de recitales, Raimon pretende "retirarse de la vida pública" y dedicarse a "la lectura, a hacer vida de ciudadano y a ser espectador de los demás".

A sus 75 años de edad, Raimon Pelegero Sanchis, conocido artísticamente como Raimon, es uno de los máximos exponentes de la Nova Cançó y símbolo de la canción protesta en catalán durante los años de la dictadura franquista, cuando popularizó temas como Al vent, Jo vinc d'un silenci o Diguem no.

Su primera actuación en público fue el año 1961 en unos premios literarios en la Comunidad Valenciana y al año siguiente se trasladó a Barcelona, donde cantó por primera vez en 1962.

"En Barcelona me he hecho como profesional y siempre he tenido muy buena acogida", razón por la que ha elegido la capital catalana para sus últimos conciertos.

Tras ellos, Raimon hará "como los pensionistas", levantarse por la mañana y preguntarse "¿qué hago ahora?, ¿doy un paseo hasta el puerto?".

El cantante ha asegurado que no volverá a subir a ningún escenario y probablemente tampoco grabará ningún otro disco de estudio porque compone "una canción cada dos o tres años" y no cree que la vida le regale el tiempo necesario para componer suficientes canciones como para editar un nuevo álbum.

"Entre mi último disco y el anterior pasaron 11 años -ha recordado-, y dentro de 11 años yo tendré 87. No me veo a esa edad por el mundo presentando un disco".

No obstante, ha revelado que tiene "dos o tres canciones nuevas" y que "quizás" las grabe "en directo" durante los recitales del Palau, pero, si después compone algo más, puede que se las ofrezca "a alguien para que las grabe"", aunque prefiere "no hacer futuribles", porque no quiere ser como "esos políticos que prometen cosas que después no cumplen".

Más seguro se ha mostrado respecto a su "despedida definitiva" de los escenarios, un oficio que, según ha dicho, "es como la bicicleta: si dejas de pedalear, no es que te caigas, es que te disparan".

Además, ya no le gustan las giras como antes, porque le disgusta "comer fuera de casa, dormir en hoteles que quizás son ruidosos o no tienen la almohada adecuada".

Aunque las giras cada vez le cuestan más, tiene ganas de "complacer a su público" y está muy contento con la serie de conciertos que ha ofrecido este año en la Comunidad Valenciana, donde tiene fechas programadas hasta el mes de diciembre.

"Durante muchos años", el cantautor ha tenido dificultades para actuar en su tierra natal, donde ahora, gracias "a la unidad de las izquierdas", ha vuelto a ser bien recibido, según ha dicho.

"Me voy amando mi oficio y al público que me ha seguido, y creo que he sido honesto y fiel a mi gente y a mi lengua, que no es hegemónica, pero es la mía y no la he abandonado nunca", ha dicho.

En este sentido ha lamentado no poder despedirse de Madrid, ciudad que le acogió muy bien durante la Transición, pero donde ahora "es muy complicado actuar" en catalán.

El Palau de la Música, donde actuó por primera vez en solitario en 1967, es un lugar en el que Raimon se siente "como en casa" y donde espera despedirse "complaciendo" a su público y tocando "todos los temas que la gente crea que son imprescindibles".

La rueda de prensa ha acabado con un largo aplauso de los periodistas a este cantante "tan amado por todos", tal como ha dicho la presidenta del Palau de la Música, Mariona Carulla.