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Entrevista

Hermano L: "El reggae sigue siendo underground pero últimamente en España se le presta atención"

"Me alegro por Dylan, se merece todo el respeto. La canción también es un género literario"

Hermano L, uno de los músicos españoles de reggae más aplaudidos. b. ramon

-El suyo es un reggae inspirado en el 'spaguetti western'. ¿Qué le fascina de este género cinematográfico?

-El spaguetti siempre ha acompañado a la gente de mi generación, sobre todo en las sobremesas. Es un estándar al que se suele recurrir. Hay una conexión muy fuerte entre el reggae setentero y ochentero, y el western. Muchos cantantes de reggae adoptaron nombres de actores que habían intepretado westerns, como Clint Eastwood (Robert Brammer) o Tony Curtis (Curtis O'Brien).

-¿Rico Suárez vs Fire Fernández supone su primer flirteo en este campo?

-Sí, aunque en 2008, cuando publiqué uno de mis cedés, ya había una canción, la que daba título al disco, Malo hasta el hueso, que se inspiraba en el western. Hablaba de un malo de película que llegaba a una ciudad en la que una pandilla de matones iba tras él para matarle. Una canción hecha con samplers de Ennio Morricone.

-¿Por qué pensó en el venezolano Alberto Dubscience para la producción de este nuevo trabajo?

-Nos conocimos allá por 2004 a través de Myspace. Por aquel entonces ya me hizo alguna remezcla y con el tiempo fuimos profundizando. Alberto Dubscience es venezolano nacionalizado estadounidense y afincado en Los Ángeles, hasta hace dos años. Llegó un momento en que dijo: "No soporto Los Ángeles, aquí todo el mundo lleva una pistola encima y es un nivel de presión que no puedo soportar". Así que cogió y decidió darse una vuelta por el mundo, y se vino a Mallorca. Tenemos hechas un montón de canciones, muchas en la recámara. Me parece un productor mayúsculo, como demuestra su trayectoria, a lo largo de la cual ha trabajado con grandes del reggae [como Max Romeo, Sugar Minott, Barrington Levy, Hollie Cook, Prince Fatty, Gregory Isaacs o Bunny Wailer, entre muchos otros]. Quería que a Alberto se le viera la cara, ponerlo en el mapa y que la gente le llame y le mande mails para que pueda dejar el trabajo de pizzero que tiene ahora.

-¿Qué enciende las canciones de Hermano L?

-Hay canciones que nacen de momentos puñeteros o chungos y otras que salen bajo la necesidad de criticar o poner algo en tela de juicio. También las hay que surgen con voluntad de ensalzar algo, como el amor. Me parece importante que las canciones tengan mensaje.

“No me importaría hacer una versión del ‘Knockin’ on Heaven’s Door o del ‘Hurricane’”

-¿También pasa momentos chungos en el estudio?

-Hay canciones que se resisten en el plano técnico. Yo no tengo formación musical ni nada. Yo me canto mi pista de voz, busco terceras, quintas, las pongo ahí y si cuadra, vamos para adelante. Me gusta tener a un productor al lado que sepa qué estoy haciendo y me diga si estoy en el sitio correcto en cuanto a tonalidades. Yo no soy músico, soy DJ. Siempre necesito la aprobación externa de alguien que sea músico.

-¿Fue con La Puta Opepé cuando se forjó como cantante?

-De 1993 a 2003, con La Puta Opepé, que fue mi escuela, hicimos reggae alegremente. Agarrábamos un sampler de reggae, lo secuenciábamos y... hala ¡a cantar encima! Tal vez eran canciones muy frescas y divertidas pero con el tiempo descubres que hay cosas fuera de tono y otras resultado de la inexperiencia, del no saber.

-¿La suya es música para bailar o para montar la bulla?

-Música para pensar un poco, para escucharla. La música reggae siempre hay sido un estándar, desde que apareció Bob Marley pero aunque no deja de ser un género underground ahora en España se le está prestando mucha atención y se están multiplicando los eventos y fiestas. No me imagino a mis canciones sonando en Pacha o en otra discoteca.

-¿Qué se encontrará un espectador en una de sus actuaciones?

-Mis conciertos son enérgicos. En el directo lo doy todo, sudo la camiseta y me dejo la piel, siempre. Es la parte de la música que más me gusta. El trabajo de oficina es el que más me desagrada pero como no tengo nadie que lo haga, pues tengo que hacerlo yo. A mí me va la carretera y el escenario.

-Rude Boy también lo cantaban los Clash. ¿Les reconoce como influencia?

-No para mí pero sí que reconozco claramente que muchos de los himnos del reggae a los Clash les calaron profundamente. Cuando Bob Marley fue a Inglaterra no comprendió a aquella gente tan rara, con los pelos de colores y aquellas pintas. "Les gustas, Bob, les gustas", le decían a él. Realmente fueron dos escenas, el reggae y el punk, que se dieron la mano. En mi caso los Clash no han sido una influencia pero les respeto.

-En el videoclip que sirve de presentación de su disco participa Suso33, pionero del grafitti madrileño. ¿Un modo de reivindicar este arte perseguido por la ley?

-No. Afortunadamente hoy en día muchos de los grafiteros que comenzaron pintando en la marginalidad y perseguidos por la policía, muchos de ellos sometidos a juicios, pueden ganarse la vida yendo por museos. Suso33 está cada semana en un lugar diferente, no deja de recorrer el mundo. Estuvo en la marginalidad pero ahora va de galerías, aunque no digo que un fin de semana pueda pintar un muro y luego hacerse una paella. No es un vídeo reivindicativo del graffiti.

-España está sumida en el desencanto. ¿Qué hemos hecho mal?

-No solo España, todo el mundo. ¿Qué hemos hecho mal? Me parece increíble y aberrante que haya corporaciones que persiguen el dinero y que puedan llegar a estar por encima de los gobiernos de los países.

-¿Cómo celebró la concesión del Nobel de Literatura a un músico, Bob Dylan?

-Me alegré por él. Un premio muy merecido. Dylan se merece todo el respeto. La canción también es un género literario.

-¿Se atrevería a hacer alguna rima con algún verso de Dylan?

-Sí, no me importaría. Haría una versión del Knockin' on Heaven's Door o de la canción que le dedicó al boxeador Rubin Carter, Hurricane.

-La Academia sueca le ha distinguido por "haber creado nuevas formas de expresión poética". ¿Eso también lo hace el rap?

-Sí. Los raperos son los mejores letristas que uno se puede echar en cara.

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