-¿Por qué ha escogido un mundo iniciático masculino y no femenino?
-Conozco mejor la naturaleza masculina que la femenina. Dentro del libro hay una pulsión sexual entre hombres jóvenes. De todas formas, no es que en un momento determinado dijese que iba a centrarme en los chicos y no en las chicas, sino que cuando me puse a escribir salió así.
-Usted hace un buen despiece de las diferentes clases sociales. ¿Qué ha querido remarcar con ello?
-En el caso de un personaje está muy marcado; que ya está muerto y a quien le daba mucha repugnancia estar con según qué personas. Pero esto es algo anecdótico. Lo que sí he querido remarcar es que hoy en día, después de la crisis económica, sí que hay una marcada diferencia de clases económicas entre los ciudadanos de un mismo barrio. Y esto afecta a las oportunidades y las visiones de estos personajes adolescentes y a que haya unas distancias entre unos grupos y otros. Hay que decir también que el discurso de clases se ha querido silenciar desde hace mucho tiempo y que sigue vigente a día de hoy.
-Es curioso que en su novela solo aparezcan nombres a 'la catalana' y ninguno de otras procedencias.
-La ciudad en la que ocurre la novela no es Palma. La idea es que fuera cualquier ciudad catalana, como podría ser Tarragona, Castellón o Palma. No he intentado hacer un retrato de la sociedad y por eso no hay unas determinadas situaciones o unas determinadas cuotas de personajes. Eso también se ve claro en la lengua en la que se expresan los personajes. No hay tampoco datación ni localización geográfica determinada.
-La adolescencia es la etapa en la que exteriorizamos más nuestra orientación sexual.
-Hay muchas formas de tratar esta materia. Yo lo que creo es que en la adolescencia es cuando uno se expresa más consigo mismo, ya que es cuando los humanos vamos descubriendo mejor nuestras posibilidades. Además hay algo que se olvida y es que el ser humano se va construyendo a lo largo de su vida. Esta sensación de estar incompleto se expresa en la forma de relacionarse con el mundo y con tu cuerpo. La adolescencia es una de las etapas en las que hay mayor esplendor sexual y en la que los jóvenes salen de sus barreras y hacen lo que su cuerpo necesita. Hay una sexualidad imperante y predeterminado y otra marcada. Si te gustan las mujeres, no tienes ningún problema y si eres hombre y te gustan los hombres no necesariamente esto ha de suponer un problema social pero sí que hay cierto marcaje.
-Un lobo que no es cazador.
-El lobo hace referencia a la explosión de personalidad, de deseo y de ganas. La animalidad del lobo está relacionada con la libertad de no encontrar barreras. El cazador quiere controlar al animal; es represivo.
-¿Existe el camí rosa que aparece en su novela?
-Aunque la novela no ocurra en Palma, sí que habla de la barriada en la que yo iba al instituto Joan Maria Thomàs. El camino rosa es de hecho un camino que había en la puerta de atrás del instituto, en el que pensé al escribir el libro.
