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Entrevista

José María Lafuente: "La rabia de Evita y Perón contra Mercante llega al punto de que lo quieren asesinar"

"Hubo órdenes estrictas de Perón de obstruir cualquier vestigio de la memoria de Mercante"

José María Lafuente, en la sede de Diario de Mallorca. B. RAMON

-¿Dónde está el origen de su novela?

-La historia es que dos amigos mallorquines de la infancia, que somos Gerardo Cañellas y yo, decidimos adquirir un hotel en 2010 en Buenos Aires, un poco obligados. Tener un hotel no era nuestro proyecto de vida, pero habíamos tenido diferencias contables con los socios argentinos. Compramos un hotel sin saber que tenía una historia apasionante. Y se da la circunstancia de que un profesor de la Universidad de Buenos Aires, Eduardo Masllorens, viene un día a verme y me dice: "Tal vez no lo sepa, pero en un hotel de esta calle, que se llamaba Golden Home, un Mercante alquiló un apartamento para Evita Perón. Es probable que este hotel fuera el suyo y le voy a dar la bibliografía de esta suposición". Entonces, empieza la investigación.

-Y tras esto, lo primero con lo que da es...

-Me llevo la tremenda sorpresa de que Mercante es el íntimo amigo de Juan Domingo Perón. Y luego descubro que el Hotel Golden Home es precisamente el que nosotros habíamos adquirido, que está en el número 1.557 de la calle Posadas. Mercante es un militar, con quien Perón inicia toda la carrera militar y política. Siempre van en paralelo. Domingo Mercante está casado, pero tiene esta relación extramatrimonial y larga con Evita Perón. Aunque no solo con ella, ya que se ha sabido que fue un mujeriego empedernido. Con Evita empieza la relación al poco tiempo de que ella llegue a Buenos Aires.

-¿A qué se dedica Evita Perón en la capital argentina?

-Ella es una actriz muy secundaria en el teatro. Luego empieza con sus primeros papeles radiofónicos y Mercante es un aficionado a las actrices. Es alguien importante y tiene acceso a las bambalinas de los teatros. En un momento determinado, Evita tiene un problema de salud serio, porque ha sido hospitalizada y además ha ayudado económicamente a su hermano, el célebre Juan Duarte, que ha sido procesado por un desfalco en la Caja de Correos de Buenos Aires. Así, con los muy pocos ahorros que ella tiene, ayuda a su hermano. De manera que se encuentra en una situación dramática, salud perentoria y ni un peso en el bolsillo, y acude al que es su amigo de tantos años, Domingo Mercante. Es el momento en el que él le alquila a ella un apartamento en la Golden Home; con la particularidad de que justo en frente estaba Radio Belgrano, la radio en la que ella comienza con sus primeros papeles. Para Domingo Mercante es fácil, porque Golden Home es lo que los argentinos llaman un bulín, un lugar donde los militares tenían a sus amantes, a sus segundas esposas. Para llegar a esta conclusión, me entrevisto con testigos presenciales, quienes ya han fallecido.

-Y llega el momento del famoso triángulo.

-Sí, posteriormente Domingo Mercante presenta, en el Festival de San Juan, a Evita a su mejor amigo, Juan Domingo Perón, y empieza una nueva relación, al margen de su mejor amigo: Perón junto a Evita.

-¿Y después?

-Empieza una segunda particularidad, también apasionante. Y es que Domingo Mercante comienza una relación con la secretaria personal de Evita, que se llama Isabel Ernst, una alemana procedente de Colonia. Las dos parejas tienen una convivencia frecuente. Aunque el punto de inflexión viene cuando Domingo Mercante embaraza a Isabel Ernst.

-¿Cómo reacciona Evita?

-Todo cambia. Exactamente, en 1950 cuando nace el hijo extramatrimonial de Mercante y Ernst (Alfredo Silvestre Mercante), hubo unas órdenes estrictas por parte de la presidencia de la nación, de Perón, de obstruir rotundamente cualquier vestigio de la memoria de Mercante; que desaparezca su nombre de todos los hospitales y colegios que él ha fundado. Él es también gobernador de la provincia de Buenos Aires. Su nombre desaparece de todos los sitios y se exilia. Isabel Ernst, por su parte, cesa inmediatamente de su puesto como secretaria. Le obligan a irse a Guernica; pierde todo el protagonismo.

-¿Por qué esta reacción tan airada de Evita?

-He estado especulando y creo que tiene que ver con su maternidad frustrada. Todos los biógrafos aseguran que Evita insistió en tener un hijo con Perón y no lo consiguió. Algunos dicen que fue por un accidente que tuvo él cuando era joven haciendo gimnasia. Hay quien se refiere a su historial médico, que indica que tuvo una lesión testicular y hay quien afirma que el problema estaba en el útero de Evita.

-Usted se entrevistó con Alfredo Silvestre Mercante.

-Me resultó extremadamente difícil. Me costó años. Pistas erróneas, tuve varias. Fui a varios domicilios tratando de encontrarle. De todo el listado de los seis domicilios posibles, se da una casualidad más : El bueno es el último. Una noche cojo un remís, una especie de taxi, me voy a San Martín y en la Avenida Eva Perón está el domicilio de Alfredo Silvestre Mercante. La puerta es una sábana; entro y doy con su mujer, quien me da su teléfono. Contacto con él, por primera y última vez, ya que acaba de fallecer, y me cuenta otra vez toda la historia, desde el comienzo hasta el final. Finalmente, me comenta que la rabia contra Domingo Mercante llega al punto de que Juan Domingo Perón y Evita lo quieren asesinar.

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