-¿Cómo es el Cabaret que han montado en Palma?
-La propuesta de Jaime Azpilicueta es muy diferente a la primera que se hizo en Madrid, la de Sam Mendes. En esta se habla de un Kit-Kat-Club más colorido y glamuroso. Es decir, el público del Berlín de 1931 no iba al cabaret a ver oscuridad, cosas lúgubres y artistas con ropa rota. Buscaban alegría y los problemas los dejaban fuera. Así, nuestro Club se presenta con chicas guapísimas y un vestuario maravilloso. La decadencia la dejamos afuera. De este modo, la propuesta de Azpilicueta muestra dos colores.
-¿Qué define a su personaje, la entrañable Sally?
-La coquetería, la feminidad extrema, la ingenuidad y a la vez la sensibilidad hacia una sabiduría, innata, que sorprende.
-¿Cómo se levanta un personaje mítico como este?
-A mí me ayudó mucho el libro en el que está basado el musical, Adiós a Berlín, en el que hay un capítulo que define muy bien a Sally Bowles. Desde ahí construí el personaje. Por supuesto que los referentes están ahí, en la memoria colectiva está Liza Minnelli y la película. Pero la gente cuando entra en el teatro se olvida de esos referentes.
-¿Qué convierte a Sally en el mejor personaje de la historia de los musicales?
-Contar con una banda sonora que es un lujo, una obra maestra. Cantar esas canciones es un honor, nunca te cansas de ellas, caminan por sí mismas cada noche.
-Usted ya se probó como cantante con otro musical, Fama, y como solista acompañando en algunos conciertos a Carlos Núñez. ¿Qué busca en la música?
-No podría vivir sin la música. Para mí cantar es una forma de expresión tan necesaria como la actuación. Me siento muy afortunada de poder compaginar las dos facetas.
-La que se avecina cumple diez años. ¿Dónde reside su fuerza?
-En los guiones, el casting, la direción y le debemos mucho a las reposiciones de Factoria de Ficción, que han logrado que muchos se hayan reenganchado a unos personajes con entidad propia.
-Tras el estreno de Nacida para ganar, ¿qué será lo próximo?
-Una serie de TVE-1, El final del camino, en la que interpreto el personaje de la reina Constanza de Borgoña; y en el cine tengo pendiente de estreno La madriguera.