­El escritor y editor Roberto Calasso, galardonado ayer con el Premio Formentor de las Letras 2016, consideró esta distición diferente a otras por su historia y la lista de premiados y la calificó de "premio con significado y noble".

Calasso, quien agradeció el premio con un discurso titulado Las piedras perforadas de la literatura, reflexionó acerca del cambio que la literatura ha sufrido desde la aparición de la publicidad en el mundo literario francés y se preguntó si con ello se introdujo "el carácter demoníaco de la mercancía y el imperativo de vender". Calasso se formuló la cuestión de si entonces la literatura entró en una fase de "clandestinidad y camuflaje" e hizo mención a un momento en que a una niña le preguntaron en un programa de televisión que qué quería ser de mayor, a lo que ella respondió que quería ser "la publicidad".

El autor florentino habló de cómo una especie de aliento atraviesa las mencionadas "piedras perforadas de la literatura", las cuales dejan entrever "las formas" literarias e hizo un recorrido por lo que supusieron, en los siglos XVIII y XIX, los salones literarios parisinos. Así, recordó al escritor francés Sainte-Beuve quien aseveró que "la industria penetra en el sueño€" y mencionó la idea de que todo el mundo habrá tenido alguna vez en su vida una página o un discurso propios, que por lo tanto lo convierten en autor. Se trata de un concepto al que modernamente Andy Warhol se refirió al aseverar que "todo el mundo tendrá su cuarto de hora de fama".

Por otra parte, Calasso tuvo unas palabras para el primer Premio Formentor (1961), adjudicado a Borges y a Beckett. El escritor florentino dijo: "Recuerdo aquel día y la impresión que tuve de que era un premio iluminado, a pesar de que ningún ex aequo resulta del todo justo". Finalmente, Calasso celebró que un grupo de personas "afines" se reunieran ayer para "dar continuidad a la historia improbable y luminosa de la que he apuntado alguna muestra".

Con ello, además expresó su gratitud esperando que "la atención de ustedes se haya cruzado con los libros de quien ahora les habla". Por otra parte, Calasso hizo un recorrido a lo largo de la historia del devenir de la literatura, partiendo de los conceptos relacionados con los Veda, ya presentes en El Ardor, su última creación, en los que ya había supuestos que siguen vigentes en la literatura actual.

Por su parte, el director de la Fundación Santillana, Basilio Baltasar, quien ensalzó a Calasso como un lector y buscador "incesante", explicó que el premio ha recaído en él por "su prosa alumbradora que requiere una atención constante del lector", una obra que se integra en un "ambicioso discurso corrientes filosóficas, estéticas y morales de muy diversa procedencia".

Mientras, Ignacio Polanco, presidente de la Fundación Santillana, recordó a los más de 300 escritores que han pasado por las Converses, una cita "imprescindible" en el campo literario.

Además de los patrocinadores del premio, el hotelero Simón Pedro Barceló y la familia Buadas, representada por Marta, acudieron a la entrega y al posterior cóctel unas 200 personas, entre ellos, editores, escritores y representantes de la vida social y cultural de Balears como Nekane Aramburu, directora de Es Baluard y el fundador y director de Anagrama, Jorge Herralde.