Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Coleccionismo

4.000 radios, gramófonos y proyectores esperan ubicación

La Complutense es la institución con mayor interés en adquirir la colección de Pablo Marqués

Ésta es la historia de uno de los mayores coleccionistas de radios, gramófonos y proyectores. El relato de una de las más completas colecciones de aparatos de reproducción de sonido e imagen. La trayectoria vital de un octogenario que, pese a haber fallecido hace un año, lega para la posteridad 4.000 joyas audiovisuales de valor incalculable. Pablo Marqués, el artífice, rodeó su vida enteramente de ello. A día de hoy, la extensa colección del mallorquín está a la espera de que alguna institución se haga cargo de ella, siendo la Universidad Complutense de Madrid la que por el momento ha mostrado mayor interés en adquirirla.

Con ensoñación, "mi padre siempre recordaba la radio Philco, hecha de madera de raíz de ébano, que tenía con nueve años (1939) en casa de sus abuelos en Binissalem", comienza diciendo la hija de Pablo Marqués, Jerónima, en un encuentro con DIARIO de MALLORCA, al tiempo que explica que en ese marco bélico, el de la Guerra Civil, su padre, más que escuchar música, seguía a través de la radio cualquier acontecimiento ocurrido. Y añade que, de todos los medios existentes, él había centrado su atención en la radio al ser "el más directo y el más vivo" y no ser un gramófono al que únicamente se le daba cuerda.

Pablo Marqués reúne a lo largo de su vida todas aquellas piezas originales que necesita para arreglar algún gramófono, radio o toca-discos; ayudado en parte por su larga lista de contactos, que se encarga de proveerle con lo que necesita.

Viaja por Europa y se hace con aparatos de gran valor histórico, como las radios fabricadas por los alemanes en la Segunda Guerra Mundial, de color negro y con la correspondiente esvástica; emisoras de mano utilizadas por los americanos en la guerra de Vietnam; gramófonos de Edison; radios que funcionan a vapor; discos de pizarra; aparatos de morse o proyectores de cine.

Pablo Marqués es también sinónimo de invención prematura: Con nueve años construye su primera radio con una carcasa de madera. Sin embargo, poco tiempo después y jugando con unas velas, el aparato empieza a arder. Aun con la mala suerte, la buena no tarda en llegar gracias a las nuevas amistades que Marqués empieza a forjar en Mallorca: Personas cuya vocación es el aprendizaje y la continua dedicación al montaje de aparatos radiofónicos. "Mi padre siempre dijo que de ellos aprendió muchos", apostilla Jerónima Marqués. Y es que con diez años Pablo Marqués entra de lleno en lo que va a ser su verdadera marca vital. Conoce a Primitivo, portero de su bloque y a su vez perito electricista especializado en radios y uno de los que montará posteriormente, junto a Agustí Riu, Radio Barcelona.

Con Primitivo, sobre quien Pablo reconoció a sus hijas su admiración, al tildarla de persona "muy culta", llega a trabajar bastante tiempo y a aprender "muchísimo". Juntos construyen varios radios. Una de ellas, una galena, nace de varias piezas de aparatos averiados.

Los dos aprovechan, pues, cualquier objeto hallado. Si dan con un hilo grueso, crean una bobina auto-soportada; si el hilo es fino, utilizan un cilindro. Todo ello siempre en aras a dar con una buena antena, "aunque fuese un rodillo de papel higiénico con parafina e hilo", anota Jerónima, a la vez que comenta que su padre y Primitivo montan una emisora cuya frecuencia llega hasta Inglaterra y que poco después es decomisada por la policía al estar prohibido su uso tras la guerra.

Pasa el tiempo y Pablo Marqués crea otra radio de carácter oficial, con la finalidad de intercambiar información sobre asuntos relacionados con cuestiones técnicas. En esa coyuntura de trabajo continuo, el 1 de abril de 1949 se crea la Unión de Radioaficionados de España (URE), de la que Marqués es uno de los socios fundadores y desde la que colabora en varios salvamentos de personas por terremotos o desastres ambientales, en varios países como Colombia. Recibe llamadas de navegantes y les pone en contacto con la radio costera; se salvan muchas vidas.

La heroicidad de Marqués no acaba aquí. Y es que tras su colaboración en el país latinoamericano, colabora en otras labores de rescate en Nebraska (EEUU), motivo por el cual es nombrado ciudadano honorífico del estado. Con todo ello, la URE también le entrega una medalla de oro por sus numerosísimas acciones humanitarias.

En definitiva, la colección de Pablo Marqués es de las más completas a nivel mundial y su historia nace en la mente de un niño fascinado por todos aquellos inventos sobre los que recibía noticias y quien siempre tuvo en su cabecera vital las biografías de los grandes inventores, como Marconi, Edison y Tesla.

Compartir el artículo

stats