Una encuesta sobre consumo de cultura en el archipiélago revela que la mitad de la población de Baleares prácticamente no realizan ninguna actividad cultural frecuente, excepto ir al cine unas cuatro veces al año.

El análisis, realizado a partir de 1.600 cuestionarios respondidos este verano por residentes en las islas mayores de 16 años, pone de manifiesto que las mujeres son más aficionadas a leer, ver cine e ir a conciertos, exposiciones y representaciones teatrales que los hombres.

Según el resumen del estudio difundido por la Dirección General de Cultura, las actividades culturales más comunes son, por este orden, ir a una biblioteca (dado que es lugar de estudio para muchos alumnos), leer libros, ver cine e ir a conciertos.

El consumo cultural en Baleares no difiere significativamente entre islas ni respecto a la media de los países de la Unión Europea, aunque sí en relación a los de mayor desarrollo socioeconómico.

Los principales argumentos de los encuestados para explicar por qué no realizan más actividades culturales son la falta de tiempo y la ausencia de interés.

Una cuarta parte de la población es consumidora habitual de cultura, con varios libros leídos al mes, asistencia a varios conciertos y espectáculos escénicos al año y visitas frecuentes al cine, y su prototipo es el de una mujer de entorno a 42 años, nacida en las islas, con estudios superiores y que habla habitualmente catalán.

Sin embargo, el consumo de productos culturales en catalán es minoritario, con un 19 % de los libros leídos y un 1,6 % de las películas vistas, aunque la tendencia se rompe en el caso del teatro con un 45 % de los montajes en la lengua propia de Baleares.

El estudio establece que otro 25 % de la población podría considerarse "consumidor ocasional" de cultura, mientras que el 50 % restante es "consumidor esporádico".

La frecuencia con que participan en actividades culturales satisface a la gran mayoría de los ciudadanos y solo un 14 % dice no estar acorde con sus deseos.

Los autores del análisis señalan que el hecho de que la mitad de la población esté "aculturizada" supone una debilidad para el archipiélago e incluyen también en este capítulo el "papel muy secundario" del catalán en los hábitos de consumo cultural.

"La cultura no llega a todo el mundo como herramienta de cohesión de la sociedad, a diferencia de lo que ocurre con otros servicios públicos básicos como la educación y la sanidad", señala el Govern en sus conclusiones de la encuesta.

También pone de manifiesto como "amenaza" que el segmento de población de menor consumo cultural podría aumentar porque lo forman principalmente personas nacidas fuera de Baleares de bajo nivel educativo, "un perfil muy demandado por parte del mercado laboral balear durante los meses de verano".