-¿Qué hace alguien con más de 30 años de carrera en televisión y sin problemas económicos con una banda de Insolventes?
-Lo que hacía con 20 años: acercarme a quien soy de verdad.
-¿Y quién es de verdad?
-El Gran Wyoming ese. Cuando uno llega a una edad tiene que hacer balance y el mejor Wyoming que recuerdo es aquel, el más feliz a pesar de ser indocumentado.
-¿Qué significa para usted la música?
-Una especie de refugio. Cuando estás en la música no existe el mundo, ni la guerra ni la Bolsa ni nada.
-¿Qué ha preparado para la gala de presentación del FesJaJá?
-Una actuación de rock'n'roll, cercana a la verbena, con gran criterio.
-¿Qué criterio sigue a la hora de escoger un repertorio?
-Como decía Ray Davies, yo solo escucho música buena, que es la que a mí me gusta y la que hago yo.
-¿El rock sigue siendo un arma efectiva contra el poder?
-Con los años se ha ido domesticando y hoy se parece a un producto comercial más.
-¿Qué satisfacciones encuentra en un escenario?
-Un concierto de rock es otra dimensión, pura adrenalina, como una montaña rusa.
-¿Agarrado a la guitarra también explota su atracción sexual?
-El resultado de la exhibición es ajeno completamente a quien se exhibe, pero sí, suele suceder que se provocan tormentas endocrinas.
-¿Qué lugar ocupa el humor en su música?
-A no ser que cometamos fallos estrepitosos, más que humor nuestros conciertos son una fiesta.
-¿Y en su vida cotidiana?
-En España confundimos mucho el sentido del humor con el cachondeo. Somos el país número uno para la fiesta pero uno de los que tienen menor sentido del humor, entendido este como la capacidad de reírse de uno mismo y soportarlo además cuando lo hagan. En España tenemos un sentido del ridículo muy exacerbado. No consentimos ni la más mínima broma sobre uno. En este país todo el mundo tiene vocación de antepasado noble. Aquí se dice: "No sabe con quien está hablando". Tenemos tendencia a presentarnos en sociedad como hidalgos, lo cual es ridículo. Exigimos un respeto que muchas veces no les damos a los demás.
-¿Usted se pone líneas rojas?
-Yo nunca he tenido problemas. No he sido especialmente osado en la provocación. No me pongo líneas rojas porque no me hacen falta. Soy comedido en sí.
-Sé que tiene héroes musicales. ¿En el periodismo también encuentra referentes?
-El mundo del periodismo está cada día más complicado porque se cruzan dos factores: el derecho a la libertad de expresión y el derecho a despedir a quien te dé la gana. La gente tiene que ir pisando huevos y pensando mejor lo que dice.
-Desvele una de las claves del éxito de El intermedio.
-Su parte didáctica. Explicarle a la gente el mundo en el que vive. El espectador lo agradece y por eso nos soporta en prime time, donde se supone que nadie quiere líos, todo el mundo viene cansado de trabajar y lo que quiere es relajarse. Pues no, la gente lo que quiere es saber, con pinceladas de humor.
-¿Quién ganará la Vuelta Judicial a España, con etapas como la de las Tarjetas Black, Gürtel, Caso Nóos o los ERE?
-Está complicado porque todos luchan por ganarla. A lo mejor se acaba suspendiendo por la lluvia...
-¿Por qué los políticos no se ponen de acuerdo?
-Porque tienen intereses diferentes. Como ya no es obligatorio que la primera obligación del gobernante sea procurar el bienestar de sus ciudadanos, la política se ha convertido en un pequeño acto perverso donde muchos votan a un partido para que mantenga sus privilegios y no para que organice la sociedad en un mundo mejor.
-¿Ve viable un acuerdo Podemos-PSOE?
-Coinciden en el 99% de sus propuestas. O eso dicen. Uno no sabe bien hasta qué punto las propuestas se hacen con el propósito de cumplirlas. Yo esto lo haría obligatorio ante notario. No puede ser que alguien haga lo contrario de lo que lleva en el programa. Eso es estafar.
-¿De qué está hecho Rajoy, para que resista y aguante tanto?
-De una pasta especial. Con el tema de Soria la mitad de los miembros del Gobierno, incluida la vicepresidenta, han mentido. La mentira se ha instalado en la política y es dramático. Mezclar la mentira con el desprecio al ciudadano y la estupidez es un cóctel explosivo.
-¿Le han intentado cerrar la boca en muchas ocasiones?
-La última amenaza ha venido del señor Fabra, desde la prisión de Castellón, de la que ha salido porque supuestamente ha mostrado arrepentimiento. No sé qué arrepentimiento habrá mostrado si me amenaza... Dice que me quiere hundir, pero ya veremos. Desde luego el poder para hacerlo lo tiene.
-¿Qué siente ante unas terceras elecciones?
-Una enorme pereza porque no soy un vocacional pero si las elecciones son la fiesta de la democracia, no debería ser tan complicado.
