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Crítica de cine

¿A quién no le gusta el jazz?

Antecedentes (¿redundantes?): Woody Allen, 80 años, escribe y dirige su película número 53. En los últimos treinta años lleva un ritmo sostenido de una película al año, alternando comedias y dramas suaves. Es por tanto muy altamente improbable que le salga una obra maestra cada vez. Es más viable, ocurre, que esté unas veces muy inspirado (Match Point, Medianoche en París) y otras espeso (Irrational man, El sueño de Cassandra).

¿En qué grupo está Cafe society? En el intermedio. No logra provocar ninguna carcajada estentórea (como el gag de la ducha de A Roma con amor) pero regala una permanente sonrisa con líneas como esta metáfora para definir a un buenazo: "Eres un ciervo a punto de ser atropellado", "La vida es una comedia escrita por un guionista sádico"; o las puyas envenenadas contra sus correligionarios neoyorkinos. Regresa a sus dos querencias más queridas, los años 30 en el mitificado Hollywood de esos años dorados y Nueva York con beautiful people derrochando champán y caviar, y mafias barriobajeras arañándose por las sobras. El guión del filme es demasiado básico, un triangulito entre un magnate del cine (Carell), su sobrino (Eisenberg) y la secretaria del primero (Stewart). De claqué, los padres gruñones del chico, el hermano gángster, el cuñado intelectual y la segunda Verónica. Banda sonora a la altura esperada (Benny Goodman, Count Basie, El manisero, Jeefers Creepers, Lady is a tramp...) y actores, por milésima vez, gozosos de trabajar a las órdenes del octogenario. Resumido, poca trama, muchas sonrisas, grandes actores y delicioso jazz. Para los fieles de Woody Allen es más que suficiente.

*Café Society

***½

Nacionalidad: Estados Unidos, 96 min. Director: Woody Allen. Actores: Jesse Eisenberg, Kristen Stewart, Steve Carell, Corey Stoll. Cines: Rivoli, Ocimax, Multicines Manacor, Cinesa Festival Park.

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