Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Moda

Las nuevas agujas mallorquinas

Diseñadores de la isla como Ela Fidalgo, Pablo Erroz y Marta Morey empiezan sus carreras artísticas pisando fuerte - Formados en la universidad, entre sus creaciones destacan las prendas con materiales reciclados, colaboraciones con marcas internacionales y algunos premios

Ela Fidalgo Palma, 1993

Tradicionalmente, los diseñadores se han formado en pequeños talleres de modistas y sastrerías, pero los jóvenes que hoy en día deciden dedicarse al mundo de la aguja empiezan en la universidad. Los diseñadores mallorquines Pablo Erroz, Ela Fidalgo y Marta Morey son tres ejemplos de ello. Conscientes de la situación de la industria, Erroz y Fidalgo crecen como profesionales en la península, en Barcelona y Madrid respectivamente, mientras que Morey sigue viviendo y trabajando en la isla.

Ela fidalgo

La mallorquina Ela Fidalgo empezó pintando camisetas, dedicándose al estilismo y realizando algún que otro escaparate de tiendas palmesanas hasta que decidió mudarse a Madrid y empezar allí sus estudios. Sabe que "hacerse un hueco es muy difícil", pese a que ella ya ha conseguido ganar un importante premio otorgado por la Mercedes Benz Fashion Week de Madrid a los nuevos talentos. Aunque reconoce que estos galardones "no te sacan de pobre", afirma que el verdadero premio fue la experiencia, ya que la joven recibió un gran apoyo de la escuela en la que actualmente está estudiando y de sus compañeros y profesores, que le ayudaron a financiar su colección, llamada Work in progress, con un crowdfunding.

Esta primera colección definida por la propia autora como "artística y soñadora" y creada con materiales reciclados, será expuesta y puesta a la venta durante el próximo otoño. Con los beneficios que obtenga, Fidalgo planea regalarles un viaje a sus padres, "que trabajan mucho", irse a Bali y ahorrar para su próxima aventura: viajar a África el próximo año, donde se dedicará a dar clases de pintura a niños. Esta experiencia concuerda a la perfección con lo que la artista define como diseñador: "Es aquel filósofo y pensador que tiene que entender mundo, otros pensamientos y otras culturas".

Sabedora de que el mundo de la moda no es algo fácil, tras ganar el premio reconoce que se sintió algo superada: "Es un mundo muy goloso y muy oscuro por detrás. Para la gente sensible y muy apasionada como yo, es muy duro", confiesa. "A veces me planteo si merece la pena o no, pero después siempre hay un punto de lucidez que te hace pensar que sí que vale la pena". Para Fidalgo, ese punto se dio el pasado invierno cuando presentó en Cibeles su colección. Mientras lloraba, las modelos que lucían sus vestidos le decían que el desfile estaba siendo "maravilloso".

Aunque reconoce que "no quería vender la primera colección", afirma que esto le ayudará a "cerrar un ciclo", aunque la siguiente estará ligada de alguna manera con la primera, en la que únicamente aparecen los colores blanco y negro. "Soy una persona con mucha luz, pero a la vez muy oscura", detalla, a lo que añade que esto se debe a su "fuerte personalidad".

A la hora de diseñar, Fidalgo no se censura, esa palabra "no existe" en su diccionario, explica. "Todo va fluyendo y está conectado, me inspiro en mi día a día. Todo sucede al azar, eso es lo bonito: no tenerlo todo establecido. Si no, menudo aburrimiento", exclama.

Confiesa que hoy en día la moda le "da risa" porque se basa "en el marketing y en el branding", aunque para ella la moda es "experimentar", que es lo que quiere hacer la joven diseñadora, crítica con la industria y con las fórmulas de producción masiva sobre las que se sustenta el modelo de la moda low-cost.

Moda responsable

Pablo Erroz empezó sus estudios en Mallorca, aunque al poco tiempo decidió mudarse a Barcelona para finalizarlos allí. Fundó su marca ready to wear en 2010, en la que se pueden encontrar prendas para hombre y mujer. Empezó a darse a conocer "participando en algunos concursos, que después fueron pasarelas y después premios", recapitula Erroz, quien explica que entrar en el mundo del diseño es un proceso similar al de "un pez que se muerde la cola". Aunque la única clave para el éxito sea "la constancia", Erroz comenta que "todo depende de lo que estés dispuesto a moverte", ya que conseguir algo de visibilidad es una ardua tarea y reconoce que el hecho de optar a premios "tiene mucha importancia" por la cuestión económica, que es de agradecer cuando se dan los primeros pasos y por una cuestión de darse a conocer.

Para definir qué es moda, explica que es su "medio de vida", aunque es consciente de que en la industria "falta humildad y sobra ego". Sabe que su trabajo no se puede llevar a cabo de cualquier manera, por ello, defiende un "concepto de moda responsable", que consiste en un proceso de producción basado en la ética y la producción respetuosa.

Erroz ha colaborado en diferentes ocasiones con marcas internacionales como Inditex. Relata que estas colaboraciones se fraguan de diferentes maneras, pero que enriquecen al diseñador ya que te hacen pisar "muchos terrenos diferentes", además, "también son importantes a nivel económico, ya que todo ingreso extra para tu proyecto es algo positivo".

Su moda se adapta a la vida real, "al menos el 90% de las prendas", ya que sus colecciones son "bastantes comerciales". Del mismo modo, su inspiración también proviene de la vida cotidiana: "Me inspiran muchísimas cosas, el arte, mis amigos, un viaje..."

Actualmente, Erroz se encuentra trabajando para la colección de mujer de la marca Caramelo, que saldrá en el mes de enero y en otros proyectos de los que todavía no puede adelantar nada.

Diseñadora y maestra

Marta Morey empezó estudiando Diseño de Moda en Palma, aunque no fue una decisión "muy premeditada". Reconoce que su abuela siempre estaba cosiendo y que eso le hizo planteárselo "seriamente". Al finalizar sus estudios, Morey realizó prácticas con otros diseñadores mallorquines como Lluís Corujo y Miguel Adrover.

Ahora se dedica a dar clases de patronaje y confección en pequeños talleres, a la vez que lleva a cabo sus proyectos. A día de hoy está diseñando bolsos y también lleva a cabo un proyecto bautizado con el nombre de Lamair Studio, en el que colabora con otras dos compañeras de profesión, Laura Negre e Irene Clavijo. El trío dedica su tiempo y creatividad a crear colecciones con telas recicladas. Los elementos que usan van desde colchones antiguos hasta mantas viejas, y aunque sean conjuntos que no puedan darse a la comercialización "porque son telas que están muy machacadas", comenta que les han servido para darse a "conocer y hacer algo diferente en la isla". También han cedido las prendas para hacer sesiones de fotos. Actualmente, se encuentran trabajando en la nueva colección, hecha con toallas.

Morey explica que la relación entre el arte y la moda es más estrecha cuando un diseñador empieza su carrera: "Puedes ser artístico cuando estás estudiando y puedes hacer lo que quieras para llamar la atención, pero una vez de cara a la comercialización hay que pensar en comer, tienes que hacer algo más accesible para la gente y para tu público, sin perder tu esencia, pero que sí que sea algo más comercial".

Segura de que el modelo de la ropa low-cost "hace daño", conserva la esperanza en que "la gente tome conciencia" y se valore cada vez más "la calidad en los tejidos y la exclusividad". "Hay mucha gente que es consciente de eso y están buscando diseñadores alternativos", concluye.

El mundo de la moda acoge ya a esta nueva generación que dedica su tiempo y esfuerzos a la creación de prendas. Segura de sus convicciones, empieza a pisar fuerte con sus colecciones.

Compartir el artículo

stats