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Bobby Fischer, el mito del ajedrez en la gran pantalla

El ajedrecista norteamericano participó en un torneo en Palma y después derrotó al campeón Spassky en 1972, en el mundial de Reikiavik

Un fotograma de la película 'El caso Fischer'.

Uno de los ajedrecistas más conocidos de todos los tiempos, el norteamericano Bobby Fischer, vuelve a ser noticia ocho años después de su muerte, tras el estreno el pasado viernes de la película El caso Fischer, una de las apuestas más intelectuales de este 2016. El filme, de una hora y 90 minutos de duración y protagonizada por Tobey Maguire, recrea el duelo de 1972 entre el aspirante y el entonces campeón, Borís Spassky. El encuentro, más conocido como la "partida del siglo", terminó con la derrota del soviético y la coronación de Fischer como campeón mundial.

Es preciso recordar que Palma fue la ciudad europea en la que el mito del tablero jugó más partidas, y la que le ayudó a ganar posiciones hasta ser uno de los ocho aspirantes a destronar a Spassky y ganar el título del que gozaría durante tres años. En diciembre del 1970, Mallorca recibió al norteamericano en el Torneo Interzonal del Auditòrium de Palma, donde Fischer quedó en primera posición con solo una derrota a manos del Gran Maesto danés Bengt Larsen, y obtuviendo un resultado de 18,5 puntos en las 23 partidas que disputó.

Fischer también era conocido por su carácter arisco, obsesivo, y su pérdida de estribos con los periodistas que intentaban fotografiarlo en las entregas de premios, que fueron muchas, y en las que en algunos casos pasó de los insultos a la violencia física. Uno de los hechos anecdóticos que marcaron el torneo en la isla, fue que el ajedrecista se negó a jugar en sábado, siguiendo las pautas de la fe judía que le había inculcado su madre, lo que hizo que se tuviera que recomponer de nuevo el calendario de la competición y que algunos jugadores, como el argentino Oscar Panno, se negaran a jugar y abandonaran la competición.

En la famosa "partida del siglo" realizada en Reikiavik durante la Guerra Fría, Fischer finalizó el juego tras ganar una batalla psicológica con Spassky, que para muchos fue interpretada como una pugna entre el mundo libre y el régimen soviético, pues se enfrentaban dos maneras muy distintas de entender el mundo y que aspiraban a la supremacía.

En la primera partida, los dos jugadores llegaron a una posición de tablas que se decantó por la desventaja de Fischer tras cometer un error y dejarle el camino libre al rey de Spassky.

Durante la segunda partida, su excentricidad le llevó a no presentarse e imponer que le cambiaran de sala porque los ruidos del público lo desconcentraban, exigiendo jugar en la sala de ping-pong, a lo que el soviético en un principio se negó. Finalmente, con la intención de terminar el juego, el soviético aceptó las condiciones del norteamericano, una mala decisión, pues podría haber conservado el título mundial y sin embargo fue derrotado por el jóven aspirante, después de que éste sacrificara un alfil por dos peones y consiguiera así hacerle un jaque mate en la partida número 21.

Este fue el triunfo que le coronó campeón mundial de ajedrez el 1 de septiembre de 1972, y con el que se convertirtió en el primer estadounidense en conquistar el título. La sorpresa llegó cuando Fischer abandonó el mundo de la competición una vez ganado el campeonato, en el momento culminante de su carrera, y se negara a volver a competir de manera oficial a pesar de tener solo 29 años.

La faceta obsesiva de Fischer, que fue catalogada por muchos como un ligero desequilibrio mental, hizo que se le caracterizara por lanzar pronunciamientos antisemitas y antiestadounidenses a pesar de ser de ascendencia judía por parte materna.

En 1992, a sus 49 años, el ajedrecista escupió literalmente al gobierno americano por prohibirle volver a enfrentarse en un encuentro amistoso contra Spassky, al que volvió a vencer, y por lo que las autoridades de EEUU dictaron orden de búsqueda y captura, por lo que podría haber estado 10 meses en la cárcel.

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