Los conciertos que la Simfònica propone en verano en Bellver, fuera de su temporada de abono, son un éxito. El público acude en masa y agradece sobradamente el buen hacer de nuestra formación. El ciclo Estius Simfònics tiene diversas lecturas, todas válidas y en positivo. Una de ellas, y no la menor, es poder comprobar como dentro de la formación hay valores de gran nivel. Lo demuestran nuestros músicos a la mínima ocasión que se les brinda de hacerlo. Tal fue el caso del concierto del pasado sábado en el que se programó el Bolero de Ravel, una de las obras en las que prácticamente todas las secciones instrumentales tienen sus momentos de lucimiento.
Juan Carlos Murgui dio una lección de ritmo sin pausa en la que, según algunos de sus propios compañeros, es su obra fetiche. Murgui, a la caja, marcó y bordó sin titubeos el compás, sobre el cual los demás interpretaron la misma melodía una y otra vez, ahora con la flauta, ahora con el oboe, ahora con el trombón? Magníficos todos. A destacar la flauta de Pepe Miralles, quien también resolvió con nota su delicado momento en La Suite de La Arlesienne de Bizet, que junto a la partitura de Ravel llenó toda la segunda mitad.
En la primera parte el Triple de Beethoven en el que actuaron como solistas tres buenos cabezas de serie, el ya conocido y admirado Enrique Bernaldo de Quirós al piano, la violinista Ervis Gega y Alexander Hueshoff al violoncello. Correctísimos los tres y al mismo nivel de musicalidad en esa obra prodigiosa, así como también en ese piazzoliano bis que ofrecieron para agradecer los aplausos del respetable.
De entusiasta debemos calificar la dirección de Joji Hattori, quien dio muestras de conocer bien las tres obras en cartel.
Orquestra Simfònica de Balears
Estius simfònics, Castell de Bellver
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Enrique B. de Quirós, piano,
Ervis Gega, violín, Alexander Hueshoff, violoncello
Joji Hattori, director
Obres de Beethoven, Bizet y Ravel
Fecha: 30 de julio
