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Crítica de cine

Secuela (en estela) de escualo

Infierno azul persigue la lejana estela de Tiburón, amplificando ataques recientes, muy puntuales, a surferos en varios puntos del planeta. La realización de Jaume Collet-Serra es molona. Escenas de videoclip en los momentos apacibles del inicio del filme, algunas poderosas tomas de fotografía submarina, refrescantes momentos Go-Pro y ritmo sostenido durante todo el metraje. La interpretación de Blake Lively (Gossip girl) cumple lo que se exige en este tipo de filmes, aguantando el tipo en lo que es casi un monólogo.

El guión es pura serie B. Es cierto que además del filme de Spielberg hay una referencia al mito griego de Andrómeda. Se queda en una cita hueca, puede incluso que involuntaria. Para el público palomitero, mononeuronal, la película es sin duda entretenida. Para el resto, para cualquier espectador con un mínimo de conocimientos de zoología o actividades de aire libre, el argumento es un disparate. La protagonista es presentada al principio como una control freak y al medio minuto se salta el manual íntegro del deportista experimentado y prudente. La ballena muerta varios días en medio del mar, sin moverse un centímetro a pesar de vientos y corrientes, es ridícula. Ídem a la docilidad de la gaviota herida. La ubicación de la boya incita a naufragios más que evitarlos. Y lo peor es que revive la leyenda de que el tiburón blanco tiene una gran inquina hacia los seres humanos, cuando es sólo una especie más que intenta sobrevivir en su menguante nicho ecológico. Flaco favor a la biodiversidad del planeta en una película que ni alcanza la estela de su predecesora ni deja impronta propia.

Infierno Azul

Nacionalidad: Estados Unidos, 131 min.

Director: Jaume Collet-Serra

Actores: Blake Lively, Óscar Jaenada, Ángelo José

Cines: Augusta, Ocimax, Porto Pi, Cinesa Festival Park, Multicines Manacor

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