El periodista José Miguel L. Romero, redactor de Diario de Ibiza, periódico que pertenece a Editorial Prensa Ibérica, grupo editor también de Diario de Mallorca, recibió ayer el primer premio de Periodismo de la Asociación de Periodistas de las Islas Baleares por la serie de reportajes en los que reconstruyó la historia de algunos de los muchos niños de un hospicio de Barcelona trasladados a Eivissa para ser criados por familias ibicencas entre 1920 y mediados del siglo pasado.

El galardón premia el mejor trabajo periodístico publicado en medios de Balears, escritos y audiovisuales o digitales, en 2015. El fallo se dio a conocer en el Hotel Valparaíso de Palma. El premio está dotado con 1.500 euros y una escultura de María Genovard, y cuenta con el patrocinio de El Corte Inglés y Endesa.

El origen de los reportajes

El origen de la investigación que se materializó en los reportajes premiados fue el correo electrónico enviado a Diario de Ibiza por la hija de Lluís Álvarez, uno de esos niños criados por una nodriza ibicenca, que pedía alguna información que pudiera ayudar a su padre, que llevaba medio siglo buscando infructuosamente a sus padres adoptivos de Eivissa, con los que pasó varios años y de los que fue separado tras la guerra civil española.

El trabajo de José Miguel L. Romero (Madrid, 1964) permitió identificar y localizar a la familia adoptiva de Lluís Álvarez, que pudo conocer quiénes le cuidaron entre 1935 y 1940, y a sus 'hermanos de leche'.

Diario de Ibiza publicó el caso de Álvarez y el de otros muchos niños que habían sido abandonados en la Casa de la Maternitat de Barcelona. Los reportajes premiados incluyeron también el caso de otra niña adoptada, Lucía Calderón, que pudo conocer sus orígenes gracias a la investigación periodística de José Miguel L. Romero. Otros muchos huérfanos han logrado, a raíz de esta serie, recuperar los documentos que desvelan detalles cruciales de su pasado, que se les habían negado o habían permanecido ocultos en archivos inaccesibles durante años.

José Miguel L. Romero agradeció a su director, Joan Serra, y a la redactora jefe Cristina Martín, que le permitieran desarrollar reportajes que necesitan espacio y tiempo para investigar. Recogió el galardón contento porque "han permitido a muchas personas recuperar su pasado a sus 60 u 80 años de edad, y muchos, las ganas de vivir. A veces el periodismo hace felices a las personas", remarcó. "Llevo 30 años ejerciendo como periodista y esta es la primera vez que lo siento tan de cerca", subrayó el redactor.

Romero tuvo palabras de agradecimiento al jurado: "Me siento muy honrado sobre todo teniendo en cuenta quiénes lo conforman", dijo, y sobre todo mostró públicamente su gratitud a Maribel Álvarez, hija de uno de aquellos niños que fueron acogidos en Eivissa por didos ibicencos. "Maribel, en su afán por encontrar a quienes cuidaron de Lluís, su padre, prendió la mecha de una serie de reportajes, 16 hasta el momento, que han permitido no solo levantar el velo que ocultaba esta historia sino también ayudar a muchos otros de aquellos huérfanos".

El jurado también concedió menciones especiales a los periodistas Eduardo Colom y María Fuenteálamo, de El Mundo, y a Mariana Díaz, de Última Hora.