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Nuevas tendencias musicales

La música coral toma impulso

Una nueva hornada de directores jóvenes han cogido las riendas de las formaciones de la isla generando recitales más motivadores y cercanos al público - Temas de musicales, góspel o cine copan los repertorios

La música coral toma impulso

El movimiento coral de la isla está tomando impulso. Se está movilizando mucho con proyectos interesantes que aglutinan a varias corales en un mismo escenario. "Los coros viven una época muy buena. La realidad es que el movimiento coral de masas se ha expandido y se hacen muchos proyectos. Este mundillo mueve mucha gente y vive un momento de auge", razona Llorenç Gelabert, director de Art Ensemble y el Cor de Calvià. La batuta del Orfeó Ramon Llull, Irina Capriles, resalta que la isla experimenta una actividad coral intensa con propuestas muy variadas. "Es cada vez más frecuente escuchar masas corales de entre 50 y 150 coristas, con o sin orquesta, estrenando obras o presentando audiciones de repertorios poco conocidos, lo que se agradece porque agrega interés a las propuestas", añade. "El mundo coral de Mallorca, que como movimiento es básicamente amateur, está movilizando mucha gente, miles de personas en toda la isla, lo que le proporciona una gran relevancia social", resume. Por su parte, el maestro José María Moreno sentencia que las corales tienen "una vitalidad enorme" ya que en los últimos años "han experimentado un crecimiento tanto en cantidad como en calidad".

Y si uno se pregunta cuál es el motor que impulsa este auge que vive el mundo coral mallorquín, no hay duda de que la esencia reside en los directores. El director del Mallorca Gay Men's Chorus, Joan Laínez, resume que "el boom" surge gracias a los directores jóvenes que han tomado las riendas de las formaciones proporcionando un nuevo impulso. En la misma línea, se pronuncia Capriles, que también lleva la batuta de Musicantes de Mallorca y el Cor de l'Associación d'Alumnes de la Universitat Oberta per a Majors: "El impulso tiene que ver con los directores que se animan a convocar proyectos corales motivadores. Hay sangre joven empujando proyectos y haciendo muy visible el movimiento coral". Pep Alarcón, que lleva desde hace 16 años la formación Pro Música Chorus de Sóller, considera que "la fuerza que va tomando el movimiento coral se debe a una nueva entrada de directores jóvenes que con su mentalidad han logrado que el público se anime y las corales vayan sumando día a tras día".

Con preparación

Moreno, al frente de la Capella Mallorquina, razona que muchos de los actuales directores han salido de la Coral de la UIB, la Capella Mallorquina o Studium Aureum . "Al frente de la dirección de las formaciones corales hay gente con mucha preparación y eso es fundamental porque la mayoría de los coristas es gente de edad que es muy conformista y si tiene una batuta que entusiasma, se atreve con nuevos repertorios. "Esto ha permitido que las corales más pequeñas hayan evolucionado", sentencia. Precisamente, Joan Laínez (que también lleva el Cor Ciutat de Mallorca, el Palma Gospel Singers, la Coral de Sant Joan, la de Pollença y el Teen Spirit Chorus) insiste en que "si los directores no están bien formados, se nota". Hay una hornada de directores que han estudiado con directores de renombre como Joan Company, Pep Vila o Manuel Cabrero y su formación se nota a la hora de coger la batuta de una coral. "Ellos nos han hecho ser conscientes del tipo de obra que interpretamos y de hasta dónde puede llegar nuestro coro. También nos han hecho cuidar mucho la afinación y la técnica de dirección porque el gesto es muy importante a la hora de dirigir", justifica.

El Mallorca Gay Men's Chorus ha sido un "pequeño revolucionario" ya que ha dado un giro al concepto de concierto coral convirtiéndolo en un auténtico espectáculo, incluso con coreografías y actores incluidos. De todas formas, Laínez quiere dejar claro que ellos no han inventado nada porque hay coros internacionales que lo llevan poniendo en práctica desde hace tiempo. "Ahora lo hemos trasladado aquí. Son montajes más cercanos al público", resume.

Y es que tanto Capriles como Alarcón coinciden en resaltar que el repertorio es otra de las claves de este auge. "El abanico de la oferta es más amplio. Se sigue haciendo música académica y la zarzuela gusta mucho, pero los programas con temas de películas, los musicales o los conciertos de coros y bandas municipales son verdaderos éxitos", confiesa Capriles, quien recuerda que en Esporles hace varios años que se organizan talleres de gospel. "Todo esto va sembrando y ahora parece que vemos los resultados", añade. "Son programas que el público agradece porque los encuentra más atractivos", señala Alarcón.

Otro elemento que ha facilitado este estímulo a las formaciones corales ha sido internet, que "es la biblioteca más importante donde uno puede acudir a buscar partituras. Eso proporciona un margen de juego muy grande a la hora de elegir repertorio y permite descubrir compositores nuevos", explica Laínez. Y es que las nuevas tecnologías han contribuido a facilitar el trabajo porque también permiten estar en contacto directo con el compositor. Asimismo, remarca que los festivales que se organizan en la isla tienen mucha importancia porque reúnen en un mismo espacio coros internacionales con diferentes estilos y es un contacto que abre las puertas.

Peligro

A modo de resumen, Laínez concluye que si "en los coros pequeños uno sabe hasta dónde puede llegar se pueden lograr muchas cosas. La motivación es básica y que la gente disfrute, también". Eso sí, tienen un peligro, que es la edad de los coristas. Por ello, admite, ahora el trabajo consiste en encandilar a los jóvenes. ¿Y cómo se hace? Su respuesta es contundente: "Creando corales juveniles porque cuando dejen la coral infantil encuentren su espacio en una de su edad y no tengan que pasar directamente a la de adultos". Con esta misión nació, por ejemplo, el Teen Spirit Chorus. "Es lo que me inculcó Conxa Oliver cuando cantaba en las Joventuts Musical. Mi meta era seguir aprendiendo para poder entrar en la Coral Universitària. Lo mismo ocurre con el Cor Juvenil del Teatre Principal o con el de Sant Josep Obrer, entre muchos otros", especifica. Hay que dejar claro que no se pueden comparar estas formaciones con las corales por antonomasia de la isla como la de la UIB, la Capella Mallorquina o Studium. Cada una tiene su espacio. Pero lo que está claro es que ese movimiento coral más de base se ha puesto las pilas y sus producciones van más allá del típico concierto de Navidad, Semana Santa o las fiestas de cada pueblo o barriada. "Ahora se buscan proyectos que enganchen a la gente y que puedan moverse por la isla", concluye Laínez.

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