Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Entrevista

Emilio Sagi: "Verdi es un compositor que llega al corazón y a las entrañas del ser humano"

"La zarzuela está en la sangre de muchos españoles. Es un género único"

El director de escena ovetense, Emilio Sagi.

-Regresa al Teatre Principal, donde no estaba desde 1998 cuando dirigió Adriana Lecouvreur. ¿Cómo es el Nabucco que Emilio Sagi pone en escena?

-Es un trabajo de buscar circunstancias contemporáneas, para una música maravillosa que conmovió a los espectadores de siglos pasados.

-¿Qué virtudes tiene esta coproducción a cinco bandas que se estrena el domingo?

-Intentar que esa música llena de fuerza y nostalgia por la libertad toque los corazones de los espectadores del año 2016.

-¿Su producción es un auténtico canto a la libertad y contra la opresión?

-Exactamente, pero creo que no estoy inventando nada. Verdi en el momento que la compuso quería lograr exactamente eso.

-¿Ha conseguido evitar una "ópera de barbas rizadas"?

-¡Espero que sí! El diseño del vestuario es absolutamente actual y la escenografía , aunque recrea algunas imágenes babilónicas, están traídas con una metodología moderna.

-¿Su Nabucco es una historia actual?

-¡Por supuesto! Estamos viendo constantes abusos de poder, exiliados forzosos a causa de las guerras, personas perdidas sin rumbo ni norte a donde dirigirse.....

-¿Es una obra de gran fuerza que llega directamente al corazón del espectador?

-Verdi es un compositor que con una perfecta elaboración llega al corazón y a las entrañas del ser humano.

-Debutó como director de escena en 1980 con La Traviata de Verdi y ahora dirige Nabucco. ¿Qué tiene de especial este compositor?

-Toda la música de Verdi rezuma humanismo.

-¿Es de los directores de escena a los que les gusta hacer "tonterías" en la obertura como se desvela en sus memorias artísticas Cuestión de oficio?

-En muchas de mis óperas no pasa nada en la obertura, en otras sí. Creo que cada obra es una historia diferente y así es como empiezo a trabajar en cada una de ellas.

-¿Y qué "tontería" ha preparado para este Nabucco?

-En Nabucco vi que era importante que el coro fuera haciendo entrada en escena durante la obertura y leyera los textos hebreos que están escritos en la escenografía. Además, por razones prácticas, nada más acabar la obertura comienza el coro a cantar , si están ya allí, eliminamos el peligro de la entrada apresurada.

He intentado dar fuerza a esa música, que ya la tiene, pero que siempre algo se puede añadir...

-¿Limpias y diáfanas son dos adjetivos que podrían definir sus puestas en escena?

-Sí, me parecen dos adjetivos que pueden ir muy bien con lo que se va a ver.

-Es el último eslabón de una familia dedicada a la zarzuela desde hace tres generaciones. ¿Quién le contagió su pasión por la zarzuela?

-Desde luego el primero fue mi padre, que cantó muchos años en la compañía de mi abuelo Emilio Sagi-Barba y luego mi tío Luis Sagi-Vela a quien traté mucho.

-¿Lleva la zarzuela en la sangre?

-Sí, pero creo que la zarzuela está en la sangre de muchos españoles y de muchos hispanoamericanos. Es un género único, al que en los años de la dictadura se le hizo mucho daño conectándolo con un determinismo del que la zarzuela carece.

-¿Cómo terminó siendo director de escena rodeado de barítonos?

-Ya me hubiese gustado cantar de barítono también a mí, pero está claro que ese no era mi camino.

-Está considerado el director de escena más importante de la ópera española. ¿Supone más presión este reconocimiento?

-En primer lugar, yo nunca digo eso. Y si fuese como dice, claramente es un honor pero también una responsabilidad porque siempre se te examina con más atención.

-¿Y qué le queda por hacer a Emilio Sagi?

-Me queda seguir trabajando en el escenario, que es lo que me da vida. En cuanto a títulos, siempre tengo mis favoritos pero cuando me encargan algo nuevo, aunque al principio no me emocione, en cuanto lo estudio un poco me enamoro del proyecto y ya me van saliendo ideas.

Compartir el artículo

stats