Echaba de menos a Antoni Maria Thomàs y La Lluna de Teatre. Regresan a los escenarios de manera esporádica (la última vez en 2011 con El rei se mor, si mal no recuerdo) y, si bien en un entorno notablemente modificado, preservan sus referentes esenciales. Así, una apuesta arriesgada (nada menos que la poesía erótica griega de dos milenios atrás), el empeño en el efecto estético o el compromiso literario e intelectual: Afrodita seductora, con su protagonismo del texto clásico y su escenografía de libros, resultaba un complemento acorde a la Fira que estos días se ha celebrado en el vecino Passeig del Born.
La fórmula elegida: combinación de acción escénica y de lectura dramatizada, resulta difícil de equilibrar. Ciertamente, poco aportan (así lo señala uno de los personajes) los escuetos datos biográficos de los autores; los movimientos quedan en un segundo plano en relación al recitado de los poemas, y algunas de las pinceladas estéticas pueden parecerle al espectador arbitrarias, aunque suponen un aprovechamiento de ciertos recursos clásicos. Sin embargo, la selección de los textos, así como sus versiones en catalán, excelentes, nos acerca una interesante mezcla de arte y picardía; valiosa, la implicación de todos los intérpretes de modo constante en la representación; sugerentes, las alusiones a la actualidad, que jalonan la función de tanto en cuando.
El reparto de Afrodita seductora presenta una cierta irregularidad de registros y destacan, en mi opinión, la solidez recitadora de Colau Cortès y la expresividad de Cecília Genovart, sin menoscabo del resto de la ficha artística. Teatro literario, con la audacia que ello representa.
Afrodita seductora
Teatre Principal (Palma)
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Puesta en escena y dirección: Antoni Maria Thomàs. Intérpretes: Julio Calabria, Antònia Comas, Colau Cortès, Cecília Genovart, Adela Mira, Agustí Macià, Joan Riera, Lluna Zapata y Rafel Ramis. Escenografía: Carlos Espiro. Vestuario: Neus Alfaro y TeatrEros. Iluminación: Xisco Coll y Eduard Costa.
