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Entrevista

Óscar Florit: "Impulsamos una feria de arte en junio que coincidirá con el nuevo ArtPalma Summer"

"Queremos que la próxima Nit de l´Art no sea ni de los bares, ni del Solleric, ni de Es Baluard", afirma Óscar Florit, fundador del espacio L21 y vicepresidente de la asociación Art Palma

Óscar Florit (Palma, 1977) posa en su galería (L21) de la calle Sant Martí. b. ramon

-¿En qué consiste la feria de arte que organiza en Palma?

-Es un teaser o avance de la feria que tendrá lugar el año que viene. El proyecto se titula The Art Fair, que no será el nombre definitivo de la feria. Es una propuesta que funcionará como feria porque incluye las características de este tipo de eventos: charlas, visitas para coleccionistas, catálogo; es decir, actividades complementarias con contenido que enriquecen el contexto.

-¿Dónde se va a celebrar?

-Las charlas, en la galería. The Art Fair empieza el jueves 9 de junio y acaba el sábado 11. La exhibición de las obras consiste en que cada comisario o galería participante escogerá a un artista y traerá una pieza del mismo para exponer. A éstas, les sumaremos obras de los artistas con los que colabora y trabaja habitualmente L21. Será una feria deslocalizada formada por miniexposiciones en distintos espacios.

-¿Serán obras específicas para los espacios?

-No, son piezas ya producidas pero que estarán expuestas en un contexto distinto al habitual. Como espacio, también utilizaremos la calle. Ahora estamos cerrando la lista de espacios. La semana que viene desvelaremos la programación.

-¿Cuentan con ayuda institucional para este año cero?

-No. Estamos en conversaciones con las instituciones de cara al año que viene. Y hay interés, lo que pasa es que todo es lento. Entonces decidimos poner en marcha ya mismo la maquinaria, ver qué pasaba si arrancábamos. Por eso, cuando me refiero a este proyecto digo “teaser”, adelanto de la feria, una suerte de test y prueba para ver dónde están los inconvenientes. En este año cero, desde L21 estamos trabajando con nuestros amigos. Vendrán seis galerías de Madrid y Barcelona. De cara al año que viene, queremos que sea una feria internacional.

-¿En qué se diferencia esta feria de las otras celebradas en el país?

-Es una feria deslocalizada, la idea es generar un paseo por la ciudad. Palma es ideal en este sentido. Queremos hacer una feria donde la ciudad tenga un protagonismo alto. Y donde el visitante pueda descongestionarse viendo unos cuantos proyectos en unas horas, y después otros. En un recinto cerrado con muchas cosas, a veces pierdes la visión real de lo que has visto. La idea de esta feria la tuve hace tres años. Por entonces, todavía no había nada parecido en Europa. Ahora sí empieza a haber proyectos así, como por ejemplo Paris Internationale o lo que se hizo en Casa Leibniz en Madrid, al tiempo que Arco. Son ferias montadas por galeristas jóvenes que están cansados de ir a ferias más grandes donde no son los protagonistas. Al final, las galerías jóvenes no dejamos de ser un complemento que sitúan muy bien el arte contemporáneo en una feria tradicional, pero el gato al agua se lo llevan las grandes. En las ferias de gran formato, también se trata con más cariño al coleccionista con la cartera más grande y no tanto al que puede comprarnos a nosotros. Por eso, se está produciendo una suerte de rebelión por parte de los galeristas jóvenes. No podemos imitar los modelos de las galerías de siempre. Y pienso que entendemos el arte contemporáneo de otro modo.

-La fecha de la feria coincide con el nuevo evento que los galeristas de Art Palma celebran en junio. ¿Por qué?

-Sí. Ese evento se va a llamar Art Palma Summer y se celebrará el jueves día 9 de junio. Consistirá en una apertura e inauguración conjunta por parte de las galerías. Coincide porque pienso que de este modo la gente que venga a la feria va a poder conocer mejor el contexto de Palma.

-¿Por qué ese nuevo evento?

-Es para inaugurar la temporada artística de verano. Cuando cierran las otras galerías de España, nosotros estaremos abiertos. Tiene sentido porque el contexto de Palma ha cambiado: ahora está llenísima en agosto y empieza a haber turismo de ciudad. Basta ver la pujante oferta de hoteles boutique.

-Hace escasos meses cerraron la sucursal de Madrid. ¿Aún le quedan ganas de asumir riesgos?

-Sí. Es cierto que venimos de cerrar en Madrid y muchos lo verán como un fracaso. Pero yo veo como un éxito mantenernos durante tres años en Madrid y después montar una feria en Palma. Sé que va a descolocar esto, pero hemos de asumir riesgos. Evidentemente, toqué fondo con lo de Madrid, pero tenía que ir hacia arriba, continuar. Con la muestra The Apartment, muy criticada por algunos, ya asumimos esos riesgos y, finalmente, Arco la premió como la mejor exposición de 2014.

-¿Qué sucedió en la capital?

-Nos echaron un poco de tierra encima de manera inconsciente cuando empezamos a destacar. No creo que fuera a propósito, sino que descolocamos por hacer las cosas de otra manera. Puedo asegurar que hay muy buena relación y buenos recuerdos. Se creó como una comunidad en la calle Doctor Fourquet. Es curioso, en Mallorca sucede al revés: te tiran tierra encima al principio y luego te aceptan.

-María García-Ruiz es la nueva directora de la galería. ¿Qué papel jugará usted?

-Después de cinco años, creo que necesito verlo todo desde otra perspectiva. He perdido el contacto con la calle al estar metido aquí durante tantas horas. Cuando abres una galería y no tienes una experiencia previa, es como subirte a un avión de golpe y tener que despegarlo. Con el tiempo, aprendes el funcionamiento del avión y ya consigues que el despegue y el aterrizaje sean cómodos. Yo ya lo he conseguido y por eso creo que puedo salir de mi burbuja. Tengo la sensación de volver a ser persona.

-¿Cuál es su objetivo más importante como galerista?

-Que los artistas tengan dinero para poder seguir trabajando.

-¿Cómo ve el arte contemporáneo en Palma?

-Art Palma es el motor del arte contemporáneo en Palma. En esta ciudad no hay contexto artístico, cada uno va a la suya y falta gente crítica. En parte, está casi todo por hacer y eso es positivo. Las instituciones artísticas públicas no están mostrando querencia por los artistas.

-El Art Brunch lo hicieron en solitario. ¿Se repetirá la situación con los otros eventos de la asociación?

-Sí. En Art Palma no estamos para poner la palma y que nos den dinero. Para la próxima Nit de l’Art tampoco vamos a pedir subvención y va a ser la Nit de l’Art de las galerías de Art Palma y no lo vamos a hacer con instituciones. Queremos que la próxima Nit de l’Art no sea ni de los bares, ni del Solleric, ni de Es Baluard.

-Ya que los menciona, ¿cómo los ve?

-Nekane Aramburu es buena profesional. Es Baluard ha ganado mucho en el apartado de formación, charlas, conferencias, educación... Pero ha descuidado el programa expositivo. Sobre el Solleric no puedo opinar porque ya no sé lo que es. Creo que en Palma hay espacios suficientes para que se definan unas líneas específicas claras para cada uno de ellos.

-¿Puede el arte transformar la ciudad?

-Sí. Los artistas son quizá los únicos profesionales del mundo que trabajan exclusivamente sobre sus ideas y conceptos. A partir de todo su pensamiento, se puede extraer mucha estructura nueva. Por otra parte, pienso que sería fácil convertir Palma en el motor de la cultura de Europa. Sería cuestión de que un político liderara el proyecto.

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