Una sencilla ofrenda floral a los pies de la lápida donde está enterrado Camilo José Cela, en Iria Flavia, en el municipio coruñés de Padrón, levantó ayer el telón de los actos que se celebrarán durante un año para conmemorar el centenario del nacimiento del Nobel de Literatura.

La ofrenda floral en el cementerio de Adina, camposanto anexo a la ruta jacobea del Camino Portugués, y la posterior conferencia en la cercana sede de la Fundación que lleva el nombre del autor, dio inicio a las numerosas actividades programadas y que concluirán en Madrid el 11 de mayo de 2017. Ayer se recordó al escritor gallego afincado en Mallorca en este coqueto cementerio donde él ha quiso ser enterrado bajo un longevo olivo, y en el que también descansaba, antes del traslado de sus restos al Panteón de Gallegos Ilustres, en Santiago de Compostela, la poetisa Rosalía de Castro.

La mañana, después de varias jornadas de lluvia, resultó agradable y con un tenue sol por momentos, lo que permitió al escaso medio centenar de personas congregadas compartir la ofrenda floral. Fueron Camilo José Cela Conde, el hijo del Nobel, y el conselleiro de Cultura del Gobierno gallego, Román Rodríguez, los encargados de depositar un centro de rosas blancas sobre la lápida.

También se dieron cita en el cementerio de Adina, Jorge Cela Trulock, hermano del homenajeado, y el alcalde de Padrón, Antonio Fernández Angueira, entre otras personalidades vinculadas al mundo cultural y personas cercanas al escritor.

En su breve intervención ante las personas allí reunidas, el hijo de Camilo José Cela recordó a su padre como un autor "con un impacto y una influencia enorme desde el primer momento". "Mi padre no resistió lo suficiente para vivir este día, pero aun en contra de lo que dice su escudo nobiliario, ganó, ganó porque fue capaz de resistir para crear una de las series de obras literarias más importantes que se han hecho en España y creo yo que en términos muchísimo más amplios", afirmó.

Se refirió a la presencia continua que siempre tuvieron en la densa obra del Nobel de Literatura los lugares de Iria Flavia, donde nació, y Padrón, y leyó un artículo de su progenitor, publicado en el diario Arriba el 25 de julio del año 1943, en el que ensalzaba a estos dos lugares y también al "rumoroso" río Sar y al "fuerte" Ulla.

Consideró que en el centenario de un escritor, "en los días de antes y en los días de después", el mejor homenaje que se le puede hacer es leer "lo que fue dejándonos para siempre".

Emoción

En referencia a su presencia en el acto de ayer, el hijo de Cela reconoció no ser capaz de explicar con palabras lo suficientemente expresivas "la emoción que supone para mí estar en este día y en este lugar"."En un entorno, Iria Flavia, que probablemente es único en toda España. No creo que haya muchos lugares que puedan presumir de tener dentro de sus hijos a Rosalía de Castro y Camilo José Cela", dijo.