Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Entrevista

Josep R. Cerdà y Jaume Gomila: "El Govern desconoce el impacto de la cultura en la economía y por eso nos falta inversión"

Josep R. Cerdà: "El proyecto en cultura de esta conselleria es conseguir la normalidad en el funcionamiento de las instituciones culturales" - Jaume Gomila: "A finales de este mes vamos a presentar un documento con nuestros objetivos"

Josep R. Cerdà y Jaume Gomila, esta semana, en la sede del Institut d´Estudis Baleàrics. B. Ramon

Hay complicidad y entente entre Josep R. Cerdà y Jaume Gomila. Además de simpatía personal, trabajan fluidamente. El día 20 presentarán una serie de convenios con el Institut Ramon Llull que se materializarán en mayor presencia en Fráncfort, en una gira de creadores isleños por universidades con Cátedra Llull o en cómo relacionar entre sí los circuitos culturales de Cataluña, Valencia y las islas. Gomila aseguró que centrará todos sus esfuerzos en reforzar de personal los centros propios, como Can Sales y el Arxiu. Pese al conato de robo el pasado sábado en la biblioteca, el director general garantiza la seguridad del centro, "está en los parámetros de normalidad". Para septiembre preparan una gran feria de artes escénicas y música, "un muestrario del talento de las islas", que tomará la ciudad de Palma y a la que están invitados todos los programadores baleares. El nuevo convenio de los músicos de la Simfònica también está a punto, "supondrá una mejora de sus condiciones". Por último, ambos gestores consideran que sa Llonja, ahora en manos de Presidencia, no debe utilizarse como sala de exposiciones.

-Más de nueve meses en el poder y ni la exconsellera Esperança Camps ni la actual, Ruth Mateu, han sabido explicar cuál es el proyecto del Govern para cultura. ¿Existen esos objetivos?

-Jaume Gomila: Por supuesto. Nuestro proyecto se sustenta en tres pilares. El primero, en reforzar los sectores, tanto el público como el privado. Ambos dan un servicio a la ciudadanía y han padecido una precariedad brutal. Lo que pretendemos es desarrollar un conjunto de políticas a fin de desprecarizar y profesionalizar. Es decir, mediante nuestros propios recursos y otras estrategias vamos a trabajar para que puedan funcionar de manera óptima. Aquí hay una intersección clara con los departamentos de Economía y Hacienda. En este sentido, estamos luchando para tener más presupuesto. El otro polo es dar acceso a la cultura. Esto tiene que ver con la parte más formativa, social y participativa. Es facilitar el acceso a la cultura a aquel que por desgracia no había llegado. Con la música se ve claro. Está muy bien actuar en el Castell de Bellver pero también en los centros penitenciarios, centros de discapacitados, geriátricos, etc. La intersección aquí es con Educación. El primer pilar y éste se retroalimentan porque este último supone la creación de nuevos públicos. El tercer polo es el de la internacionalización. Para ello, contamos con herramientas como el Institut Ramon Llull o la Eurorregió. Pero la proyección exterior también puede darse desde dentro, y más en un lugar con tantos visitantes. Aquí la intersección es con Turismo.

-¿Tienen pensado hacer público este proyecto?

-J. G.: Sí. Vamos a presentar un documento con estos objetivos y una serie de líneas poniéndonos como horizonte 2020.

-Josep R. Cerdà: Son líneas que ya están empezadas. Desde el primer minuto, hemos trabajado en base a este plan o proyecto.

-Pero insisto: es la primera noticia que tenemos. Nadie lo ha explicado antes.

-J. R. C.: Bueno, había un tapón en la conselleria, por decirlo de algún modo. Ahora se han destaponado las cosas y queremos visualizar estas líneas. A finales de este mes vamos a organizar unas jornadas que de alguna manera serán la valoración de este primer año y queremos recibir el feedback del sector para ver si vamos bien.

-J.G.: Por otra parte, vamos a estudiar en profundidad los hábitos de consumo cultural por sectores para analizar por qué la gente accede o no a determinados contenidos: si es por falta de recursos económicos, si es porque la información no les llega, porque no les interesa, etc. Este estudio nos ayudará a que las políticas del segundo año no estén basadas únicamente en un planteamiento empírico, sino que vendrán avaladas por unos datos objetivos. Otra parte de este estudio será conocer en profundidad el impacto económico de la cultura en la economía balear.

-¿El Govern no conoce esos datos?

-J. R. C.: No, y es uno de los motivos de la falta de inversión en cultura. Es necesario que la cultura tenga un peso estructural en el Govern. Y tener datos económicos precisos sobre el gran impacto que tiene la cultura en la economía será básico para planificar y para que se tenga en cuenta esta área.

-Pero ya existen datos del ministerio y de la SGAE que precisamente señalan que Balears es la comunidad que menos invierte en cultura en relación al PIB. ¿Eso va a corregirse?

-J. R. C.: Esos datos de los que habla no pueden contrastarse con datos propios que podrían ser mucho más exactos con nuestra realidad y contabilizar el retorno de proyectos concretos. Con esta información será más fácil corregir esa inversión.

-Han calculado 2020, ¿pero no debería este plan ser a largo plazo y no ceñirse a una única legislatura?

-J. R. C.: El proyecto al final es que las cosas funcionen. Parece una perogrullada, pero en Balears nunca ha sido así en Cultura. Lo que yo envidio de otras comunidades como Andalucía o Cataluña es que cuando cambian los gobiernos los proyectos culturales, los circuitos creados o las ayudas se mantienen. No puede ser que las ayudas no tengan una estabilidad. El mes de enero han de salir todas las convocatorias de subvenciones. Pero como algo rutinario, igual que está la declaración de la renta. Las ayudas no han de salir después de meses de presiones por parte de un sector. Y aquí funciona así. Para mí, el proyecto y el objetivo sería la normalidad del funcionamiento de las instituciones culturales. Cuando hablamos de proyecto, parece que ahora nos tengamos que inventar un pelotazo, pero los proyectos culturales no tienen que ir por ahí. De alguna manera, se trata de crear el círculo virtuoso de la cultura. Dar las herramientas. Ha de haber creación pero porque después se da un consumo. Y esta creación en una parte es pública a través de centros públicos y en otra, privada. Y se ha de articular quién hace cada cosa y la circulación de estos contenidos culturales. La Administración ha de hacer un poco de supervisor para que no haya disfunciones y, si las hay, intentar corregirlas.

-Ahora empiezan a coordinarse con los Consells. Pero conociendo la lenta burocracia de esta institución a la hora de ejecutar las ayudas, ¿no piensa que será complicado ese trabajo conjunto?

-J. R. C.: Ahora estamos empezando esa colaboración y no es tan rápida como nos gustaría. Pero por primera vez, cada uno tiene muy claro cuáles son sus competencias y en cuáles hemos de unirnos porque hay puntos de intersección.

-En la pasada legislatura, con el PP, el IEB lo hacía todo. Pero uno de los motivos fue la inoperancia del Consell. Si llegan a encontrarse en la misma situación por cuestiones burocráticas de este último organismo, ¿asumirían las competencias por responsabilidad con el sector o no?

-J. R. C.: Sería una perversión de los mecanismos legales. En la anterior legislatura había la voluntad de que el Consell no hiciera nada. Ahora le estamos pidiendo a éste qué dificultades tiene para ver cómo nos podemos poner de acuerdo y ayudar. Sí asumiría alguno de sus proyectos, pero acordándolo previamente con ellos. Es lógico que los Consells puedan delegar o conveniar proyectos con el Govern, de hecho debería ser lo más normal del mundo.

-Otra absurdidad: hay más ayudas para mover el producto cultural que subvenciones a la propia producción de ese producto. ¿Se va a corregir esa disfunción?

-J. R. C.: Es cierto. Pero no puedo hacerlo yo. Hemos de hablar con el Consell y hacerlo juntos.

-Ustedes son hombres de teatro pero la consellera no conoce el sector cultural. ¿Qué opinan?

-J. G.: Yo creo que sí lo conoce. Es una consellera que quiere, puede y llega a todo. Se implica y tiene mucha capacidad. Hay conexión absoluta con ella y confianza mutua.

-J. R. C.: Está un poco mitificado el hecho de que un conseller de Cultura haya de saber de cultura. Lo que ha de saber es gestionar la cultura. Un creador no tiene por qué saber hacerlo. Ruth conoce la Administración y esto es muy positivo para un conseller. Porque evita fracasos.

-¿El problema más grande que tienen es la falta de presupuesto?

-J. G.: He encontrado una serie de problemáticas que están superadas y otras que son retos. Nuestro presupuesto podría haber sido más amplio para este año pero ha habido una mejora. Estamos en torno a los 16/17 millones. Por un lado, tenemos la Orquestra Simfònica, que nos ha llevado mucho tiempo y dedicación y pienso que ahora ya se ven los resultados. En nueve meses hemos conseguido que por una parte la creatividad de los músicos explote y estén sonando con las mejores figuras mundiales. Tenemos también una base de acuerdo para poder regular la situación laboral. Está casi a punto. Este año ya contarán con un marco regularizado gracias al cual mejorarán sustancialmente sus condiciones laborales. También hemos integrado toda la programación: lo social, lo educativo y el resto de la temporada. Todo formará parte de una única programación. Ahora el mayor reto que tenemos son los seis centros propios y el problema de personal que arrastran. Estamos trabajando con los compañeros de Función Pública y Presupuestos para hacer un planteamiento unitario. Y nos hemos reunido con los directores de los centros para marcar una priorización de las plazas que se han de cubrir a cuatro años vista. También queremos repensar la ley de Patrimonio. Y queremos aprovechar las conmemoraciones u homenajes para reivindicar figuras cruciales, como la de Ramon Llull. Cuando llegamos a la conselleria, sólo había 15.000 euros de presupuesto para el Any y se habían gastado ya dos mil. Ahora vamos todas las instituciones coordinadas y también con Cataluña.

-J. R. C.: Los dos mil euros se los gastaron en una conferencia de Isabel San Sebastián. Fue lo único que hizo el PP para el Any Llull.

-Hay mucha actividad pequeña en la conmemoración. Aparte del Congreso que hubo, se ha echado en falta una gran exposición.

-J. G.: Es posible. Ahora hay diversas posibilidades: la que va en pro de todo el proceso en el Vaticano, impulsada por el obispado; otra que tiene más que ver con el diálogo mediterráneo y otra que muestra a un Llull futuro, más computacional. Estamos mirando si estas dos las podemos traer aquí.

-En arte contemporáneo, Palma nunca había vivido un momento tan pobre y desdichado: un Solleric en horas bajas, Es Baluard con proyectos de bajo impacto y en Sa Llonja nada. ¿Van a corregirlo?

-J. R. C.: Insisto: nosotros, me refiero al IEB, no tenemos que entrar en la producción de exposiciones. Éstas deberían hacerlas los centros de producción, museos, galerías. La itinerancia entre islas o en el exterior de proyectos artísticos producidos por galerías o representantes de artistas entre islas o en el exterior está resuelta o con las subvenciones o bien con los convenios con diferentes entidades cuando se trate de proyectos públicos. Es una línea que ya tenemos casi lista y presentaremos. El circuito de residencias es otra herramienta. Por lo que hace al exterior, también estamos concretando colaboraciones con centros artísticos importantes que deseen acoger exposiciones de aquí o proyectos de comisariados o residencias. Por ejemplo, con el Arts Santa Mònica ya hemos iniciado las conversaciones: nos han ofrecido la posibilidad de residencias de artistas allí. También pedimos la colaboración de los agentes y sobre todo de las asociaciones para que nos proponga proyectos de este tipo.

-Parece que el sector de las artes visuales no está contento con lo que se está haciendo.

-J. R. C.: Cuanto más cohesionado esté un sector, cuanto más asociado esté, más fácil es que sus demandas puedan ser recogidas por la Administración. Nosotros intentamos escuchar a todo el mundo, pero si el que habla representa a muy poca gente... Cuando vienen con propuestas concretas y personales, la herramienta son las subvenciones.

-¿Renovarán a Nekane Aramburu en Es Baluard?

-J. G. : Creo que se tendrá que volver a hacer un concurso, pero no depende de nosotros. Hay una comisión ejecutiva y un Patronato. Pienso que el trabajo que se está haciendo con las Clíniques es muy importante. Y que a nivel de mantenimiento es un lugar complicado porque es una instalación cara.

-J. R. C.: Quizá debería haber más conexiones entre Es Baluard y el sector de las artes visuales de aquí. Pero esto es algo que también depende a su vez de la cohesión propia de ese sector. Y por supuesto, es un centro que necesita más presupuesto.

-En nueve meses apenas se han visto acciones con el audiovisual más allá de encontrar a una persona para la Film Commission. ¿Qué está sucediendo?

-J. R. C.: No hay presupuesto y es un área que necesita bastante. Tanto ayudas para la propia producción, en lo que sí tenemos competencias, como para que se venga a rodar aquí.

-La Ley Audiovisual carece aún de reglamento y no sabemos nada de los incentivos. ¿Están buscando soluciones?

-J. R. C.: Sí. Hemos hablado con Hacienda de qué manera podemos articular ayudas para atraer rodajes de audiovisuales hacia Balears. Esto daría sentido al trabajo de la Film Commission, porque allí donde se compite es en los mercados. Ahora estamos trabajando la fórmula legal. Esta semana hemos tenido una reunión con el jefe de servicios jurídicos de la conselleria de Hacienda que nos ha aclarado mucho la cuestión. Parece que la manera más sencilla de hacerlo sería sacando una convocatoria de subvenciones a la que se presentarían productoras extranjeras. Esas ayudas estarían condicionadas a que el rodaje fuera aquí y a que todo el gasto subvencionable se realizara también aquí. Para hacer esto, se necesita presupuesto.

-Se habló de un Institut de la Cultura como institución de industrias culturales a principios de legislatura. ¿Qué ha pasado con el proyecto?

-J. R.C.: Los pasos que estamos dando van en esta dirección. La idea es que el IEB se vaya transformando en un instituto de industrias culturales, pero siempre deberá ser en coordinación con los Consells.

-No se han pronunciado en público. ¿Qué sucedió con Camps?

-J. G.: Yo he sido leal en todo momento. Intenté siempre estar allí y trabajar duro. Ahora bien, llegó un momento en que el proyecto que tenía la consellera y el que tenía el resto del equipo eran caminos totalmente opuestos. Y yo consideré que debía de estar del lado de las personas que habían tenido una actitud coherente respecto a mi persona.

-Usted también se postuló como conseller.

-J. G.: Nunca he querido ser conseller. Ruth Mateu era la mejor opción.

-¿Llegó a haber enfrentamiento personal con Camps?

-J. G.: No llegué a entrar. Preferí tragar con cosas que no me gustaron. Tengo la conciencia muy tranquila.

-J. R. C.: Las diferencias no fueron tanto por los modelos distintos sino más bien una cuestión de eficacia o no eficacia. De entender bien cuál es tu trabajo como consellera.

-Para Jaume Gomila: ¿Hubo intentos de vetarle en Més porque no se puso la camiseta verde en la gran manifestación contra el TIL?

-J. G.: Pero esto es una persona o dos. El problema es que no me conocen. Es cierto que la consellera de Cultura en Menorca era del PP cuando se me nombró director de la biblioteca de Maó, pero no fui el único que no era de su partido. Tampoco lo eran la coordinadora científica del IME Fina Salord y la directora del Museo Carolina Desel, de ERC. Tengo el carné [de Més per Menorca] desde 2005 y si hubiera cometido algún acto contra la cultura catalana me habrían expedientado. ¿Que no me puse la camiseta verde? Pues me curré un Erasmus+ con el que nos dieron 25.000 euros para la Escola d'Adults, que fue el único centro de Balears que lo consiguió. ¿Acaso no es esto innovación educativa? Me he callado mucho porque no me gusta entrar en temas estériles. Los menorquines de Maó tenemos algo muy británico y eso aquí no se entiende.

Compartir el artículo

stats