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Entrevista

Pablo Mielgo: "Cuando llegué la Simfònica era un problema y ahora es un orgullo"

"La orquesta acaba de ir al sitio más importante del mundo, Viena, y no deja de ser la mejor bandera"

El maestro Pablo Mielgo posa en el Castell de Bellver para esta entrevista. Guillem Bosch

-Brillaron en Viena junto a Juan Diego Flórez. ¿Es un lujo que nuestra orquesta tenga amigos como el tenor peruano?

-Es un placer hacer música con artistas de esa talla. Tener músicos de este discurso internacional siempre ayuda a la orquesta.

-¿Qué ha implicado tocar en la Musikverein?

-Ganar reputación, posición y es un aval para proyectos futuros. Implica una captación de toda la energía positiva que se está intentando transmitir y supone una mejora en el ánimo de todos.

-Lleva dos años como batuta de la Simfònica

-No me gusta hablar de retos cumplidos, me gusta siempre hablar de lo que depara el futuro pero creo que lo más importante era consolidar el proyecto artístico a medio y largo plazo. Hemos puesto las bases. Hace falta trazar nuevos retos. Un nuevo reto es la sede, la Caja de Música, un proyecto que es vital para el desarrollo de la orquesta a medio plazo. Otro es la estructuración de la plantilla que poco a poco vamos caminando en este sentido y que creo que es una de las asignaturas que quedan por hacer a tres o cuatro años vista porque hay que tener una planificación de las personas que se van a jubilar. Hace falta un proyecto de renovación. Estas serían las dos grandes misiones y luego tenemos que continuar apostando por los grandes valores en los solistas que acompañan a la orquesta, estabilizar un repertorio que una la parte más tradicional con interés de la nueva música y acercarlo a nuevos públicos. Necesitamos consolidar el proyecto social, la ampliación de la Academia y la iniciativa de la orquesta infantil.

-¿Para cuándo la Caja de Música que se ubicará en Nou Llevant en un solar cedido por Cort?

- Se dio el pistoletazo de salida hace un año con la gestación de la idea, la realización del proyecto arquitectónico y la consecución por parte de Fundatur de la aportación de dos millones de euros para el inicio de las obras. Ahora estamos cerrando financiación, proyecto... Es un proceso largo y no me aventuraría a poner fechas porque te haces esclavo de ellas.

-A punto de concluir su segunda temporada, ¿qué balance?

-El balance es muy positivo porque en estas dos temporadas ha habido grandes retos artísticos y estructurales, cambios institucionales y todo ha ayudado a que la orquesta mire hacia adelante y tenga una estabilidad. Cuando llegué, la Simfònica era un problema para la sociedad y ahora es un orgullo. No quiero decir que haya sido tarea mía sino que todo el mundo se ha concienciado de la importancia de tener una orquesta para un territorio. Estoy contento de formar parte de este proyecto y de ver que el problema se ha convertido en una solución.

-¿Qué nombre o qué gran concierto puede adelantar de la próxima temporada?

-Todavía no puedo adelantar nada porque se presentará en junio. Esta Orquestra tiene una anomalía positiva y es que tenemos una temporada de invierno y una de verano que acabamos de presentar. Si juntamos demasiado las dos cosas se genera un poco de confusión, por ello, es mejor esperar a que esté todo cerrado.

-Han interpretado Penjada Cordelia de Xavier Gelabert. ¿Continuará estrenando obras de compositores isleños?

-Sí, siempre. Con la comisión artística hemos estado trabajando en ello y en la próxima temporada habrá dos o tres piezas de compositores de Balears. No puedo adelantar más.

-En los Estius Simfònics no tendremos a Juan Diego Flórez pero habrá un concierto muy especial para las miles de personas que el verano de 2013 tomaron el Born para apoyar a su Orquestra...

-El Born es un espacio que inteligentemente en el día de la protesta se utilizó como pantalla acústica para una reivindicación que era muy importante. Esta misma idea la continuaremos pero en positivo porque es un lugar emblemático y ahora lo utilizaremos varias veces al año para hacer conciertos populares abiertos a la ciudadanía para que conozcan a su Simfònica y la disfruten.

-Las corales amateurs fueron uno de los sectores que arroparon a los músicos en momentos duros. ¿Está en mente hacer alguna gran obra coral?

-En el futuro seguro que sí. Ya se sabe que tenemos una gran colaboración con la Coral de la UIB y el año que viene tenemos cinco proyectos previstos. Queremos que participen pero obviamente la logística no es sencilla. Parar el Born es complicado pero el Ayuntamiento está dispuesto a que sea así. Es de agradecer la consolidación de la orquesta por parte de todas las instituciones.

-¿Ya está confirmada la presencia de Maria del Mar Bonet en el gran concierto inaugural de Estius Simfònics?

-Sí, sí. Será el 10 de junio. Seguramente será gratuito y los abonos de los Estius estarán disponibles la tercera semana de mayo.

-Michel Camilo, María Bayo o el gran Josep Bros desfilarán por el Castell de Bellver. ¿Será un gran verano cultural musicalmente hablando?

-Sí. Tendremos siete programas diferentes, muy variados con la aportación de solistas internacionales. Hay que destacar que Julian Rachlin, uno de los tres violinistas más importantes en este momento, tomará el testigo de las Hermanas Labèque en la residencia. Estoy muy contento. Un sitio tan emblemático como el Castell de Bellver vuelve a mostrar la calidad de la Simfònica y el nivel de los solistas que aceptan venir con nosotros es la mejor demostración de que las cosas funcionan en cuanto a su calidad artística.

-¿Se han dado cuenta las autoridades de que la OSIB es la mejor embajadora que tenemos?

-Desde mi llegada no he sentido un rechazo. Obviamente en este momento las instituciones apoyan al 100% a la Orquestra y entienden el papel institucional en momentos como Viena. Es muy complicado llevar el nombre de Balears a un lugar así. Si el Mallorca jugara la final de Champions todo el mundo entendería la importancia del Real Mallorca para las islas. La Simfònica acaba de estar en el sitio más importante del mundo y no deja de ser la mejor bandera. La mejora de la imagen de las islas en cuanto a su turismo cultural es enorme.

-¿Qué sensación tuvo al debutar en la temporada operística del Principal con La Traviata?

-Tenía muchas ganas de saber desde el foso cómo funcionaba la acústica del Principal. La ópera ha sido uno de mis grandes repertorios, he hecho mucha y fue un momento especial.

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