El Festival de Poesia de la Mediterrània, que se celebra anualmente en Palma y otros puntos de la geografía insular desde hace 18 años gracias a la pasión y el tesón de su director Biel Mesquida, vivirá hoy su gran noche con la Festa de la poesia. Un recital que desde las 20,00 horas pondrá en escena a doce poetas que en la lengua original de cada uno de ellos recitarán sus versos en el que está anunciado como "un concierto inolvidable, memorable y magnífico".

"En estos tiempos también vivimos una crisis de visionarios. Hacen falta visionarios, y los poetas lo son. Los visionarios son quienes definen la manera de vivir", afirmó ayer en los jardines de la Misericòrdia Irakli Kakabadze, uno de los autores georgianos contemporáneos más destacados, reconocido como escritor a nivel internacional pero también como activista político comprometido con la denuncia social.

"Tenemos que salir del corsé de la dictadura económica y reconocer al homo poeticus", expresó Kakabadze, quien también quiso denunciar "el racismo y las discriminaciones étnicas" como males derivados de la recesión. Escritor refugiado en Barcelona por la Red Internacional de Ciudades Refugiored (ICORN) y el PEN català, su voz hablará hoy en el Principal del dolor y el sufrimiento que causa el no poder vivir libremente en su país.

Un festival "diferente"

Kakabadze es uno de los poetas que más atención ha despertado en esta edición en un festival que precisamente huye de ganadores y figuras mediáticas. "Es un festival en el que se respira poesía por todos lados. Me gusta mucho su atmósfera, muy orgánica. A diferencia de otros festivales de otras partes del mundo, en este no hay un ambiente de competición, de a ver quién es el mejor poeta o el más conocido, sino un ambiente familiar, muy agradable", comentó Viktor Kullé.

El ruso de Kullé y el georgiano de Kakabadze son las dos lenguas que se estrenarán en una Festa en la que también se podrán escuchar versos en euskera, catalán, rumano, gallego, castellano, italiano y francés. "En mi caso he evitado los poemas más difíciles de traducir al catalán y aquellos que presentan juegos de palabras, para que el mensaje esté bien claro", subrayó Kullé.

"Yo he optado por poemas de mi último libro [La destrucción del invierno] y algún inédito", señaló uno de los que jugarán en casa, el mallorquín Enrique Juncosa, quien en sus últimos escritos se apoya "sobre vivencias más internas y de mucha riqueza visual".

No habrá traducción simultánea en el escenario del Principal. Norma de la casa. Que toda la atención recaiga sobre la música, la que rezuma de los versos, que se recitarán acompañados de una "cortina sonora" ejecutada por Miquel Àngel Aguiló, Agustí Aguiló y Joan Roca.

"Que el público se empape de musicalidad y luego, ya en casa, pueda leer con tranquilidad las traducciones de cada uno de los poemas, recogidos en el libro del festival", apuntó Mesquida.

El director de esta cita que tras la velada de hoy aún tendrá un acto final -el próximo día 30, L'incendi de les papallones, espectáculo teatral interpretado por Agnès Llobet-, insistió en que se rendirá homenaje a Ramon Llull, "homenot universal que se merecía más" de parte de las instituciones en el séptimo centenario de su muerte; y también a Llorenç Moyà y a los miles "de refugiados y no refugiados que quieren llegar a Europa huyendo de la guerra o del hambre" y que son "víctimas de mafias y de todo tipo de abusos y vejaciones".

Como ejercicio previo a la Festa de esta noche, los poetas, de la mano de Mesquida, se dieron ayer un baño de juventud en el IES Joan Alcover de Palma, en un recital al que también acudieron los estudiantes del IES Ramon Llull. "Aunque la poesía no esté en los programas de estudio, la literatura les interesa, y eso se nota", aseguró Pau Sif, poeta y traductor, entre otros, del malogrado escritor croata Janko Polic Kamov.

Profesor de literatura catalana en la Universidad de Zadar (Croacia), hizo buenas las palabras de otro poeta, Marc Granell: "Los poetas son los seres más inútiles que hay sobre la tierra. No hacen nada de provecho. No hacen fábricas. No hacen guerras. No hacen negocios. Por no hacer no hacen ni dinero con lo que hacen".