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Entrevista

Mario Casas: "El cine español ha sabido resurgir y proponer nuevas cosas al público"

"Estoy despistado, como creo que lo estamos todos. Sin entender la situación política que estamos viviendo", reconoce el protagonista de ´Toro´

Mario Casas, en el Festival de Málaga.

Mario Casas protagoniza junto a Luis Tosar, José Sacristán e Ingrid García-Jonsson, entre otros, el thriller Toro, cinta que inauguró el viernes (fuera de concurso) la sección oficial del Festival de Málaga. El filme de Kike Maíllo ofrece trepidantes persecuciones de coches rodadas en las calles de Málaga y Torremolinos.

-Toro es un hombre que quiere tomar el buen camino, pero las circunstancias no le dejan. ¿Es la culpa el conflicto que le tiene atrapado?

-La culpa es algo que todos sentimos de forma constante. Uno tiene que portarse bien o de lo contrario la sociedad te castiga. En Toro hay un conflicto constante. Es un tipo que crece entre golpes y robos. Eso es parte de su educación: no conoce otra cosa. El personaje de Ingrid García-Jonsson le enseña un poco de luz. Su conflicto es que decide salir de los bajos fondos, pero tiene un bicho dentro, un animal, una bestia, un toro que intenta domar y que no puede.

-Hay un momento en el que Toro explota y arrasa a puñetazos con todo lo que tiene alrededor. ¿Se hizo daño en esa escena?

-Sí. Kike Maíllo me dijo que iba a hacer un plano único y que rompiese lo que quisiera. Todo es una improvisación. Y acabé sangrando. A la hora de interpretar, buscas dentro de ti, y eso es una manera de desahogarse de forma bestial. Me hice daño y todo lo que quieras, pero me desahogué...

-¿Actor de método?

-No es que sea del método al cien por cien, pero al final todo va por ahí. Al final, lógicamente, tienes que sentir. Yo siento el momento y siento al personaje. Pero no llevo el método hasta el final. Creo que hay muchas maneras de llevarlo.

-Quiere decir que no se lleva los personajes a casa...

-Te lo llevas dependiendo del personaje. Y dependiendo del género de la película o en cómo esté tocado el mismo personaje. Eso me pasó con Toro, que es un tipo metido dentro de una jaula que no se siente cómodo con su vida ni con la situación en la que vive. Había una serie de emociones inconscientes que me creaba el personaje que hacía que me lo llevase. Después, una vez acabada la película, soy de quitármelo rápido. Enseguida quiero borrarlo. Y más un personaje como Toro, que es física y emocionalmente duro. Los borro al día siguiente de acabar el rodaje.

-Asegura que lleva diez años haciendo películas y aprendiendo esta profesión. ¿Se está desarrollando su carrera como tenía pensado?

-Uno no puede hacer planes, y mucho menos en una profesión tan complicada y tan efímera como ésta. Vivo el aquí y el ahora. Si miro atrás, tengo que reconocer que he sido muy afortunado. He tenido la fortuna de que me hayan regalado grandes personajes y grandes proyectos que me han hecho continuar diez años después. Me miro aquí y ahora, y estoy muy contento. Tengo treinta años, ya no soy ese niño de dieciocho que hacía una serie de personajes dirigido al público más joven. Ahora me ofrecen distintos personajes y géneros. Hace diez años no hubiese imaginado estar hoy en esta situación.

-Seguro que le llegan montañas de guiones....

-Para nada. Te soy completamente sincero. Y si le preguntas a Luis [Tosar], te dirá exactamente lo mismo. En un año te pueden llegar cinco o seis guiones. Y uno intenta escoger, por piel, el que le apetece hacer en ese momento. Suele pasar que, además, te llega una película muy interesante y, por la Ley de Murphy, te coincide con otra que ya tienes comprometida.

-¿No cree que el cine español ha sacado músculo en los últimos años?

-Sí. Hay una gran variedad en el cine y la televisión, aunque nos dé por rachas. A veces nos da por la comedia, ahora por el thriller... Pero miras el cartel de películas en las salas, está la comedia Kiki, el drama de Almodóvar, el thriller de Cien años de perdón, Altamira... Hay variedad. El público es inteligente y quiere cosas buenas. Y quiere por lo menos un abanico de géneros de cine español. Y esto es lo que se está ofreciendo.

-Parece milagroso que el cine despunte en los años en los que menos apoyo tiene la cultura...

-En las mayores crisis han surgido las mejores ideas. Cuando hay problemas gordos, uno siempre se levanta. Y creo que el cine español ha hecho eso: ha sabido resurgir y proponer nuevas cosas al público. Creo que tenemos una gran industria y que se está haciendo bien.

-¿Qué le parece que llevemos tanto tiempo sin Gobierno y que los políticos sean incapaces de llegar a un entendimiento?

-Estoy despistado, como creo que estamos todos. Sin entender la situación política que estamos viviendo. Parece que se está desviando todo y no hay nada claro.

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