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Crítica de teatro

Cuando los maridos se van a la guerra

Han pasado casi tres milenios, pero las historias de Homero (suponiendo que sean de Homero) continúan dando lugar a más y más interpretaciones, lecturas, revisiones. He aquí una, doblemente original y sugestiva. No sólo nos narra la guerra de Troya desde el punto de vista de la esposa que se queda en casa aguardando al marido: Penélope, la mujer de Ulises, sino que Penélope no es otra que Pepa Plana, payasa, con su nariz roja y sus zapatones. Podría añadirse un tercer aspecto: se incluye una cierta reivindicación de la condición femenina, sutil, pero efectiva.

La única intérprete (no necesita a nadie más para llenar el escenario; como mucho, la colaboración puntual de algún espectador) parte de su condición de ´clown´, y por eso mismo toda la representación se sustenta en sus técnicas, y en su humor: tierno, blanco si quieren, aunque con un punto de ironía. Un puñado de recursos, aparentemente simples, pero extraordinariamente bien aprovechados, le sirven para ir desgranando la epopeya: vemos a Ulises y sus hombres, la tempestad, las murallas de Troya, el caballo. La magia de Pepa Planas nos vuelve niños, en el sentido de estimular nuestra imaginación. Los chavales en realidad no necesitan parafernalias, un trozo de madera es una espada y sanseacabó. Mención especial para la mascota del hogar: otro caso de expresividad notable con mínimos elementos.

En fin, Penèlope constituye un ejercicio de buen oficio y, al mismo tiempo, un espectáculo enternecedor y divertido. Otro acierto del Teatre del Mar en su programación.

Penèlope

Teatre del mar (PALMA)

Idea e interpretación: Pepa Plana. Dirección: Nola Rae. Vestuario: Rosa Solé. Iluminación: Jordi Llongueras. Ayudante de dirección: Aina Tur.

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