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Entrevista

José Luis Perales: "Siempre tengo miedo al iniciar una gira: ¿se habrán olvidado un poco de mí?"

"La jubilación es aburrida, yo aún tengo muchas cosas por hacer y escribir" - "En escena soy muy parecido al del principio. No hay cosas extrañas. Mi bagaje son las canciones"

José Luis Perales, en una imagen de 2015.

Con 50 millones de discos vendidos y cerca de 500 canciones registradas algunos le ven como un dios de la música. ¿Exageran?

„Yo tengo los pies de barro. De dios, nada. Simplemente he tenido mucha ilusión por hacer una buena canción. Siempre la he buscado, desde los 16 años, cuando empecé a escribir, y no la he encontrado del todo. Cada día la sigo buscando.

¿Qué hace grande a una canción?

„El hecho de que comunique y la gente la haga rápidamente suya. La canción que se queda para siempre es una gran canción, no porque lo sea en sí sino porque deja muchos recuerdos en el público.

Sobre la jubilación no pienso preguntarle nada.

„Creo que tengo la voz en plenas condiciones, físicamente me encuentro bien y tengo muchas deudas con la gente, quiero darles el agradecimiento por todo lo que me han dado. La jubilación es un aburrimiento. Eso es para las personas o que están enfermas, desgraciadamente, o que no tienen imaginación alguna para hacer algo. Yo aún tengo muchas cosas por hacer y por escribir. Jubilar es una palabra que no existe en mi lenguaje.

¿Reivindica la calma como estado de ánimo en estos tiempos?

„Vamos demasiado acelerados. Hay que vivir con más tranquilidad y menos tensión entre unos y otros. Darle importancia a las cosas más pequeñas. A lo largo de mi vida he disfrutado mucho de lo más elemental. Siempre he escrito mis canciones en la soledad, esa soledad elegida. Dormir en paz cada día, tranquilo, es fundamental. La tensión, la excesiva ambición por conseguir cosas materiales, es un error que esclaviza y amarga. Creo que en las cosas más elementales está la verdadera calma del espíritu, que es lo que busco en este disco.

Hallar la paz en este mundo confuso y violento parece una misión imposible.

„Realmente las escenas que vemos en la televisión, de gente yendo de un país a otro con las fronteras cerradas, duelen y me parecen de una falta de solidaridad tremenda. La falta de seriedad en las formas de comportamiento de la gente, de nosotros mismos, en el maltrato a la Tierra también me parece tremedo, porque es un sitio maravilloso en el que vivir, y lo ensuciamos, lo destrozamos y extraemos su alma. Lo que hace falta es que cada uno de nosotros ponga un poquito de su parte. Faltan campañas para cuidar el planeta, las calles donde vivimos, los parques...

Al margen de la música, ¿dónde encuentra usted el sosiego?

„En un libro, en la cerámica, en el silencio de mi taller, en un paseo por el campo, en el crecimiento de las plantas... Antes de empezar esta entrevista estaba con una de mis nietas, de tres meses. Mirar como duerme es algo maravilloso, un momento hermoso, de paz interior, de sosiego. Todas estas cosas me hacen felices.

Confiesa que escribe en "soledad elegida".

„Tengo una debilidad por mi tierra. Siempre he escrito en la Alcarria de Cuenca, donde tengo mi casa, aunque últimamente se me hace más perezoso y en lugar de hacerme 140 kilómetros para ir a mi pueblo, Castejón, escribo en mi estudio de Madrid.

13 de mayo, Trui Teatre. Segunda parada de una gira que le llevará por España y el continente americano. ¿Qué escucharemos?

„Un poco de todo. Además de presentar las canciones del disco Calma evidentemente la gente no me perdonará si me voy sin cantar temas como Un velero llamado libertad y otros igual de conocidos. Será un recorrido por prácticamente toda mi trayectoria que incluirá un apartado de canciones de autor escritas para otros artistas.

¿Qué espera de esta gira?

„En España hace cuatro años que no actúo. Siempre hay una incógnita: ¿qué pasará?, que siempre se desvela en el primer o segundo concierto. Siempre espero lo mejor de una gira pero siempre tengo los mismos miedos al empezarla: "¿se habrán olvidado un poco de mí?".

Se reencuentra con Palma, ciudad que ha esquivado su carrera.

„Estoy encantado de volver a Palma, donde he cantado pocas veces pero recuerdo una de las primeras, en el Auditòrium, que fue muy bonita. En escena sigo siendo bastante parecido al del principio. No hay grandes fuegos artificiales ni cosas extrañas; hay un señor que canta, cuenta, comunica y que se emociona y emociona a la gente. Mi puesta en escena es sencilla, como siempre. Mi bagaje son mis canciones.

Después de toda una vida dedicada la música, ¿sigue considerándose un aprendiz?

„Todos deberíamos considerarnos un poco aprendices porque siempre nos queda mucho por aprender. Es verdad que conozco mucho después de la experiencia de tantos años pero por otra parte la responsabilidad de tantos años es muy grande. Siempre salgo al escenario con unos miedos y unos nervios que son inevitables en mí, siempre he sido muy nervioso a la hora de enfrentarme al público porque me infunde muchísimo respeto. A veces pienso que la gente espera quizá demasiado de mí y eso me responsabiliza mucho. Trato de darlo todo y el resultado final después de tantos años de escenario es muy positivo. Cuando salgo a cantar necesito el calor de la gente y siempre lo tengo; y cuando eso se produce ya me siento como uno de ellos, y se crea esa comunicación tan bonita que hace que no me quiera marchar nunca.

¿Qué ve en los ojos del público?

„Mi público ha ido cambiando conmigo. A pesar de mi edad, el público se renueva. En mis conciertos hay gente de todo tipo: mayores, padres, abuelos, nietos, jóvenes, modernos... Quizá sea porque mis canciones, sobre todo en los arreglos, han evolucionado para bien y no se han quedado atrás. Valga como ejemplo mi último disco, que ha sido producido por mi hijo Pablo, en Los Angeles, un álbum que tiene un sonido especial, muy moderno, con grandes músicos clásicos -que en algunos casos, en su día, acompañaron a Sinatra- pero también con otros muy jóvenes.

¿Su hijo Pablo le ha exprimido?

„Mi hijo ha sido el jefe de esta historia y me ha exigido muchísimas cosas. Diría que ha sido el productor más exigente que he tenido nunca. Yo he grabado discos en una noche, algo que no entendería el lenguaje de Pablo, que juzga cada frase, matiz, afinación, intención y palabra. Hubo momentos en que casi tiro la toalla por su exigencia.

"José Luis Perales es un artista fundamental con canciones inolvidables que forman parte de nuestra memoria colectiva", justificaron los Elefantes al hacer suya su canción Te quiero.

„Realmente hicieron algo muy bonito con mi canción. Eso es bueno para la gente de mi generación que la gente joven de pronto valore las canciones antiguas y las vuelva a lanzar de nuevo como algo que sigue gustando.

¿Se ve como Raphael triunfando en festivales ´indies´?

„Me proponen muchas cosas pero hay cosas con las que me atrevo y otras con las que no tanto. Soy un poco miedoso para este tipo de cosas. No digo que un día no vaya a cantar con ellos, posiblemente sí, pero no es mi objetivo principal.

Después de la experiencia de su primera novela, La melodía del tiempo, ¿repetirá?

„Cuando escribo una canción tengo que ceñirme a esos tres minutos, pero con la novela pude respirar. Me resulta más fácil y menos angustioso escribir una novela que una canción. Y sí, estoy con una segunda novela.

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