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Patrimonio

Cultura maltrata desde hace meses un valioso manuscrito de Ramon Llull

El ´Ars generalis ultima´, valorado en más de un millón, está sin la protección ni conservación adecuadas

Cultura maltrata desde hace meses un valioso manuscrito de Ramon Llull

Una copia manuscrita del Ars generalis ultima de Ramon Llull lleva meses en la biblioteca pública de Can Sales, en Palma, fuera del depósito de fondos antiguos valiosos, donde debería permanecer custodiada para su correcta conservación.

El libro, datado en el siglo XV, salió del depósito en noviembre del año pasado para ser expuesto en la planta cero de la biblioteca por unas semanas, en una muestra sobre encuadernaciones singulares organizada por la conselleria de Cultura. La exposición fue desmontada en enero, pero la parálisis que reina en la institución provoca que la obra -con un valor de mercado que supera el millón de euros, según expertos en documentación patrimonial que la han examinado- siga en medio de la nada desde entonces, en una vitrina sin las condiciones adecuadas para su preservación ni medidas de seguridad.

El Ars generalis ultima de Llull descansa sobre un soporte de madera que no es el idóneo, ya que solo la cubierta se apoya en el expositor, por lo que con el tiempo el libro podría llegar a deformarse. Por otro lado, en su actual ubicación el manuscrito está sometido a condiciones de luz, temperatura y humedad en constante oscilación, ya que en dicha sala la calefacción funciona solo en horario de apertura de la biblioteca.

Una obra de esa antigüedad y características requiere la estabilidad que solo le proporciona un depósito documental como el de Can Sales, donde se guarda siempre bajo la misma temperatura, luminosidad y grado de humedad.

El Ars generalis ultima está datado entre 1401 y posiblemente 1450, según la ficha de la Biblioteca virtual del Patrimonio bibliográfico del ministerio de Cultura. Llegó a Can Sales procedente del convento de Sant Francesc de Palma. En 2008 fue cuidadosamente restaurado por Carmen Pino, que aplicó una serie de tratamientos al papel para eliminar varias manchas de humedad e injertó trozos de pergamino. Paz Alomar se encargó posteriormente de encuadernar de nuevo la obra luliana, un ejemplar único, con reproducción de las tapas originales.

La Fundació la Caixa costeó el proceso, para mostrar el libro en la exposición Ramon Llull, història, pensament i llegenda que dedicó ese mismo año al filósofo mallorquín. A finales de 2015 el libro volvió a exponerse dentro de Pensant en les mans, mostra col·lectiva d´enquadernacions singulars, en este caso bajo el patrocinio de la dirección general de Cultura, y en la propia Can Sales.

El Ars generalis ultima era el libro más valioso que se exhibía. La muestra se abrió a mediados de noviembre y se clausuró el pasado enero. La mayoría de plafones fueron retirados, así como los libros expuestos, pero se dejó el manuscrito de Llull con su vitrina, y allí sigue desde entonces sin que nadie lo devuelva a su lugar de custodia.

Desidia con la biblioteca

Can Sales arrastra desde la pasada legislatura una fuerte desidia institucional, que se ha mantenido en estos primeros nueve primeros meses del actual Govern. Los recortes de plantilla han hecho mella en los servicios, hasta el extremo de que la biblioteca se ve obligada a cerrar algunos sábados de este mes por falta de personal.

Por otro lado, Can Sales denunció que desde 2011 carece de técnicos en restauración y conservación, así como de bibliotecarios especializados en fondos patrimoniales, fruto de los ajustes del Ejecutivo Bauzá. La situación no ha mejorado con la llegada de Jaume Gomila a la dirección general de Cultura, de la que depende la biblioteca. Tras la crisis generada en la Conselleria por la dimisión forzada de Esperança Camps, los nuevos responsables afirman que se han propuesto dar ahora un nuevo impulso a la gestión cultural.

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