Empezamos con tiro al blanco. Si uno comienza lanzando dardos a la gestión anterior, ha de saber con certeza que no va a librarse de recibir mandobles al mínimo descuido. Y además, inmediatamente. Lo digo porque la nueva consellera de Cultura, Ruth Mateu, debería haber movido cielo y tierra para acudir ayer al ArtPalma Brunch. Habría sido un gesto hacia el sector. Un ademán deseable pero una vez más una utopía. Primer error de la consellera. O el segundo.
El alcalde José Hila hubo de encajar ayer las certeras críticas acerca de los horarios del Solleric cuando hay inauguraciones. Ya sucedió con la exposición de Bartomeu Seguí y el pasado jueves volvió a repetirse la situación con Guillem Nadal. A las 20 horas (justo una hora después del sus), se apagan las luces y todo el mundo fuera. Qué mala imagen. Es absurdo que el Ayuntamiento no pueda pagar horas extra los días de inauguración o que no pueda llegar a algún tipo de acuerdo para flexibilizar los horarios con los funcionarios en casos extraordinarios. Supongo que el hecho de estar sin director debe influir en situaciones anómalas como ésta. Hila prometió tomar buena nota para que no vuelva a suceder el show del jueves.
Desatascar el caso del Solleric no ha sido prioritario para el área de Cultura de Cort. Al paso del tiempo me remito. Las voces más optimistas aseguran que habrá director antes del verano. La próxima semana se celebrará una reunión de Patronato en la que podría darse el sus definitivo a la convocatoria de la plaza de dirección, con las bases ya redactadas y a la espera de algunos retoques. Si la gestión municipal de la Fundació Palma Espais d'Art fuera de naturaleza privada, la empresa ya se habría quedado sin clientes, habría hecho un ERE y ahora estaría en liquidación.
Está claro que Ses Voltes no es el espacio ideal para ser un centro de recursos de artistas. Para empezar, en su interior ni siquiera hay wifi. El equipo de Cultura lo sabe, Hila también (me asegura que ha pedido para proyectos culturales fondos del impuesto turístico), y se baraja durante la legislatura una mudanza a un espacio mejor y mayor.
