Conocer el mundo en que vivió Ramon Llull a través de la gran pantalla. Esta es la filosofía del ciclo de cine El Temps de Ramon Llull (1232 -1316) que organiza el departamento de Cultura del Consell a través del Arxiu del So i de la Imatge (ASIM). Francisco, juglar de Dios, Alesksander Nevsky, El nombre de la rosa y Bab'Aziz, el sabio sufí son los cuatro títulos seleccionados que "muestran el gran trabajo de investigación que ha hecho el archivo del Consell porque hay auténticas joyas". Así lo afirmaba ayer el director insular de Cultura, Rafel M. Creus, en la presentación de este ciclo. Es verdad que la figura de Llull no ha protagonizado ninguna película pero a través de las cintas seleccionadas, los espectadores podrán conocer cómo era la religión, cómo vivían los religiosos, además de retratar el entorno por el que se movía el beato mallorquín.

El ciclo levantará el telón el martes a las 19.30 horas en el auditorio del Centre Cultural Sa Nostra. El historiador y lulista Pere Fullana será el encargado de presentar "las películas clásicas que habitualmente no se pueden ver en la gran pantalla", señaló el jefe del archivo Francesc X. Bonnín. Las proyecciones arrancarán con la película Francisco, juglar de Dios (1950) del director Roberto Rossellini. El 12 de abril será el turno de Aleksamder Nevsky (1938) de Sergei Eisenstein, un filme de propaganda realizado durante la época de Stalin. En esta cinta, el director transforma la propaganda en una epopeya de gran creatividad artística.

El certamen continuará el 19 de abril con un pequeño homenaje a Umberto Eco, fallecido recientemente, con la proyección de El nombre de la rosa (1986), dirigida por Jean-Jecques Annaud. Se trata de una coproducción europea que retrata las tramas que se vivían en los conventos de finales del siglo XII y principios del XIII.

La cinta de Nacer Khemir Bab'Aziz, el sabio sufí (2005) será la encargada de clausurar el ciclo que tiene por objetivo divulgar los tiempos en los que vivía Ramon Llull. Este largometraje rodado en Irán y Túnez refleja la bipolaridad entre Oriente y Occidente, además de mezclar la época medieval y la modernidad. "Ramon Llull también estuvo en el norte de África", recordó Bonnín, quien detalló que contactaron con la Asociación Cultural Al-Tarab, que difunde cine africano desde Sevilla y fueron los que aconsejaron proyectar el filme de Khemir porque enseña el universo espiritual del Islam en un mundo cada vez más hostil hacia esta religión.

El responsable del Arxiu del So i de la Imatge avanzó que están preparando otro ciclo dedicado al escritor y Nobel Camilo José Cela y su relación con el mundo del cine. Este certamen llegará en junio.