Temía una variante (medio) oriental de Las virgenes suicidas y he hallado una Casa de Bernarda Alba ventilada y actual. Mustang franquea la delgadísima línea de no exagerar ni minimizar el drama, sorprender sin comprometer la verosimilitud, echar unas gotas de humor y costumbrismo sin virar, trastocar, el tono.
Apunte brevísimo del argumento: Cinco hermanas, en la escala completa de la adolescencia y huérfanas de padres, viven con su abuela y la presencia esporádica de un tío en una localidad costera turca. Una inocente escapada a la playa con compañeros de clase abre la caja de los truenos. El tema principal, evidente e interesante, es la lucha en muchos países islámicos o semiislámicos (como Turquía en este momento) por quebrar la muralla del patriarcado más excluyente. Con la excusa de no perder las señas de identidad de una religión o nación se mantiene la sumisión de las mujeres. Los velos no son obligatorios pero se asocian con degeneración. Se mantienen las bodas concertadas de chicas menores de edad, y los abusos sexuales están consentidos o tapados. Dos aciertos adicionales de la película: Uno, que el protagonismo recae en la chica más joven (doce años aproximadamente) y con más carácter. Dos, el tono. Esquiva victimismo y pesimismo sin suavizar la injusticia que sufren las chicas. No reivindican un régimen occidental, sólo igualdad, dignidad; mayor, merecida, libertad. Su vitalidad es contagiosa. El acertado tratamiento del tema, la naturalidad de las actuaciones, de la dirección, la ambientación y el final levemente optimista dejan al espectador con media sonrisa y una gran reflexión sobre la pervivencia del machismo en gran parte del planeta.
Mustang
Nacionalidad: Francia, Turquía, 97 min. Director: Denice Gamce Egüyen. Actores: Gunes Sensoy, Nihal G. Koldas, Ayrbek Pekcan, Ilayda Akdogan. Cines: Augusta.
