A la entrada del cementerio hebreo de Praga hay (o había, hace unos años) unos jóvenes que te abordaban y te preguntaban, amablemente, si eras judío. No debe ser tan sencillo distinguirles y, por otro lado, a estas alturas todos (la práctica totalidad de los mallorquines, al menos) descendemos de israelitas. Cuando a Fritz Lang le ofreció Goebbels trabajar para el III Reich y el gran realizador expresó su perplejidad ("pero si soy judío"), por lo visto aquella mala bestia le respondió algo así como "eso no importa. Nosotros decidimos quién es judío y quién no lo es".
Sí, Ser-ho o no va sobre los judíos (mediante unos diálogos fantásticos, muy divertidos, surrealistas) entre un francés de ese origen y su vecino de escalera, gentil. También podría versar sobre cualquier otra identidad o minoría. Salen a relucir los tópicos (como el conflicto entre israelitas y palestinos) y el horror mayúsculo del Holocausto, y me parece estupendo que tales desastres se aborden así: con respeto, con inteligencia y, sí, con humor. También con ternura. El espectador se habrá reído a carcajadas con estas réplicas brillantes (refinadas; a la francesa), pero acabará la función con un nudo en la garganta. Maravillas del talento de este autor, de este director, de estos intérpretes y de este equipo.
Cualquier encuentro con el gran Josep Maria Flotats resulta garantía de calidad y a ello cabe sumar su generosidad al compartir escenario con jóvenes actores, como es el caso de Arnau Puig, que le secunda eficazmente. Llenazo en el Principal (qué bien), y ovaciones reiteradas para esta obra de arte.
Ser-ho o no
Teatre Principal (Palma)
Autor: Jean-Claude Grumberg. Traducción: Salvador Oliva.
Dramaturgia y dirección: Josep Maria Flotats.
Intérpretes: Josep Maria Flotats y Arnau Puig.
Escenografía: Alejandro Andújar. Iluminación: Albert Faura.
