El silencio, en música, se percibe. Bien puesto en la partitura incluso se escucha. Y Víctor Ullate lo sabe, utiliza el silencio como un elemento más de la banda sonora de ese espectáculo que, sin dejar de ser un referente permite lecturas como la suya en las que el silencio junto con el adagio constante son sus características más destacables.
Adagio o mejor Lento es el calificativo que mejor le va a esa coreografía que utiliza la obscuridad bien iluminada para describir los amores y desventuras de Candela y el espectro. Sombras y espiras de un fuego que sin quemar late constantemente y caldea toda la producción.
Falla, sí, pero también Luis Delgado y In Slaughter Natives ponen música a ese nuevo Amor Brujo que más bien es un Amor Gitano.
Delgado, en otro tiempo productor y colaborador de Amancio Prada, Maria del Mar Bonet o Kepa Junkera, entre muchos otros artistas, añade efectos musicales que se interpolan y combinan con la partitura de Manuel de Falla. El grupo de música experimental sueco In Slaughter Natives aporta un grado de modernidad curioso e interesante.
Con un vestuario preciosista, con el rojo predominante entre las solistas y el negro en forma de abrigo al estilo matrix para los hombres, Víctor Ullate y Eduardo Lao vencen aunque sin convencer al cien por cien. La lentitud que comentábamos se les gira en su contra para convertir, en más de una ocasión, lo etéreo en grávido.
¿Espectáculo? Claro, y de alto nivel, aunque con un ligero aroma experimental y una pizca de falta de ritmo que sin poner palos a las ruedas no dejan que éstas giren correctamente.
El amor brujo
Auditòrium de Palma
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Ballet de Víctor Ullate
Fecha: 14-02-16
