El nuevo director-gerente de la Fundació Miró, Francisco Copado (Palma, 1974), tomó ayer posesión de su cargo. Ha firmado un contrato de de una duración máxima de dos años con la posibilidad de prórroga de otros dos como máximo. Su proyecto, presentado a concurso público, se impuso al resto al abordar “un plan integral de la fundación”, según el regidor de Cultura Miquel Perelló. El representante de Successió Miró, Joan Punyet, le recordó ayer que “tiene todo el apoyo de la familia”.

-Ha desempeñado trabajos de encuestador, cocinero, guía de un edificio y, sobre todo, empleado de banca. ¿Qué puede aportar a la Miró desde su experiencia?

-Los museos de hoy en día no los podemos entender como centros decimonónicos ligados al conocimiento y alejados de la sociedad. Se necesita una parte de gestión que vaya más allá de la artística para un correcto funcionamiento. Toda la experiencia que yo haya podido adquirir a través de la banca me ha ayudado sobre todo a conocer asuntos relacionados con personal, de gestión, proactividad, comercialización... Conceptos de la empresa privada que son aplicables dentro de los equipamientos culturales y de museos.

-Se le reprocha que carezca de “trayectoria y experiencia significativa en la dirección o gestión de museos, centros de arte o espacios culturales”, méritos que se pedían en las bases del concurso.

-Estoy capacitado y el tribunal así lo ha decidido. Se ha elegido a la persona que consideran más preparada para la labor a desarrollar.

-Nadie del sector del arte en Mallorca asegura conocerle.

-No me preocupa especialmente. Las relaciones se pueden ir adquiriendo y trabajando. Tendré que acercarme al sector de las artes.

-¿Qué lugar debe ocupar la Miró en el circuito artístico de Palma?

-Tiene que ser un ser referente en Mallorca. Quienes vivimos en esta isla, un lugar en el que Miró decidió vivir los últimos 30 años de su vida, somos unos privilegiados. Contar con la figura de un artista tan internacional y de un lugar único, el lugar de creación, el taller que Josep Lluís Sert le construyó, es importante y hay que potenciarlo.

-¿Qué líneas estratégicas piensa desarrollar?

-Se ha de potenciar el turismo cultural, sobre todo porque es una experiencia única poder ver de primera mano dónde ha trabajado un artista como Miró. El plan estratégico de la Fundación pasará por cuatro ejes: identidad, organización (trabajar por la autofinanciación, obtener más recursos y ser más eficientes y sostenibles), sostenibilidad y el turismo cultural.

-¿Cuál será la primera exposición que podremos contemplar bajo su mandato?

-No lo hemos determinado todavía. Tengo una serie de ideas pero quiero comentarlas con mi equipo.

-¿Cuál ha sido la última exposición que ha visitado en Palma?

-En la Pelaires... no recuerdo el artista. Acabo de llegar, estaba viviendo en Barcelona. Tengo pendiente la visita a Es Baluard.

-¿Qué se puede aprender de Es Baluard?

-Es Baluard ha hecho una transformación importante desde su creación. La dirección de Nekane Aramburu ha girado buena parte del proyecto inicial y las tensiones que existieron en la creación. Es Baluard tiene notoriedad, se implica en el lugar en el que está y tiene proyección.

-¿Cuáles van ser sus primeras acciones en la Fundación?

-Abordar el tema del personal -hay una plaza de conservadora que hay que cubrir-, ver cuáles son sus tareas y funciones, porque no se entiende la labor de la Fundación ni del director sin el equipo. También hay que rediseñar la página web, porque es la experiencia previa de visita. La web actual es mejorable.

-¿Qué espera de la inminente apertura del hotel Joan Miró?

-Creo que va ayudar bastante a la hora de hablar de la proyección e internacionalización de la figura de Miró y también nos servirá para poner en marcha una serie de acuerdos y aspectos de cesión y alquiler de espacios, de que el hotel se vincule a la Fundación, y por ejemplo se puedan realizar conferencias y otros actos en las instalaciones de la Fundación y eso repercuta una serie de ingresos y beneficios adicionales y aumente el grado de autofinanciación. No hay que depender únicamente de la subvención que recibimos [este año, de 1,2 millones de euros, de parte del ayuntamiento].

-¿Cuántos visitantes registró la Miró el año pasado?

-Creo recordar que estaba en torno a los 40.000. Una cifra que se puede aumentar de forma considerable y es algo por lo que tenemos que trabajar. Tampoco hay que mirar toda la gestión de la Fundación en función del número de visitantes. No me marco un objetivo concreto en este sentido, sí en el concepto de experiencia de visita.

-¿Cómo se pueden ganar más visitantes?

-Con un conjunto de acciones, más que con una concreta. Formar parte de la red cultural de la ciudad y tener el apoyo del ayuntamiento y de la familia Miró es importante pero hay que ir mucho más allá. Hay que implicarse en los circuitos y en las actividades que hace la ciudad, tenemos que ser un referente y todo eso hay que saberlo transmitir y exponer. Pasa por tener la página web, hacer cursos, seguir potenciando el programa de becas, el préstamo de obras...

-¿Qué valoración hace de su predecesora, Elvira Cámara?

-Me imagino que hizo todo lo que consideró necesario y llevó a cabo su tarea de la mejor manera posible.

-¿Se sonrojó ante la desaparición del grabado de Miró?

-Me sorprendió. Es algo que no debería haber ocurrido.

-¿Buscará colaboraciones con las fundaciones de Miró en Barcelona y Saint Paul de Vence?

-Sí, es algo interesante y necesario. Hay que trabajar desde la colaboracion y no desde la competencia. Alinearnos con ellos nos permitirá conseguir objetivos que solo no podríamos alcanzar.

-¿Potenciará la política de adquisiciones?

-No es una de las prioridades de la Fundación pero se estudiará cuál es la mejor manera posible dentro del marco en el que estamos establecidos, del presupuesto que tenemos.

-¿Trabajará codo con codo con los herederos?

-Hasta el momento solo he recibido muestras de apoyo por parte de Joan Punyet. Remamos en la misma dirección.