"Cada día se habla peor en los medios de comunicación", "¡qué lenguaje tan pobre!". Frases parecidas a éstas han calado tan hondo en la conciencia de los ciudadanos que han conseguido convencer de la imparable decadencia del idioma. ¿Es real tal decaimiento en el uso del lenguaje o se trata de una falsa creencia muy enraizada?

Según los especialistas, es una suposición sin fundamento. Por primera vez, los lingüistas de la empresa Molino de Ideas han desarrollado un primer estudio, auspiciado por la Fundación del Español Urgente y promovido por la Agencia Efe y BBVA, en el que manejan datos extraídos de los diarios y con el que concluyen que la riqueza de vocabulario se ha mantenido "asombrosamente estable" en el último siglo. Uno de los periódicos que ha participado en el estudio es DIARIO de MALLORCA. En concreto, detalla la lingüista Leticia Martín-Fuertes (de Molino de Ideas), de los 5.167 artículos analizados, el 14% (723 aproximadamente) pertenece a esta cabecera (ya sea como Almudaina, El Correo de Mallorca o Diario de Mallorca propiamente). "Junto a La Vanguardia, El Heraldo de Aragón y El Norte de Castilla, el DIARIO de MALLORCA fue uno de los periódicos que contestaron a nuestra petición y nos dieron acceso a su hemeroteca para analizar las noticias", relata Martín-Fuertes.

A fin de valorar la riqueza léxica, comenta la lingüista que sobre la gran base de datos creada se ha obtenido un factor objetivo, que sería la ratio entre el número de palabras distintas que aparecen en un texto y el número total de palabras. "Esto nos da una cifra, 0,52 (de un valor que se mueve entre 0 y 1, y que correspondería a los artículos de entre 100 y 300 palabras), que ha variado muy poco a lo largo de todas estas décadas", refiere la especialista. También se han analizado para cada texto la densidad léxica (el porcentaje de palabras significativas que hay sobre el total) y la complejidad, calculada gracias a un programa que analiza cada texto y mide su dificultad en una escala de 0 (un texto muy complejo) a 10 (máxima sencillez).

Según Martín-Fuertes, que ha trabajado con Elena Álvarez Mellado, responsable del proyecto bautizado como Aracne, se ha desarrollado ex professo un modelo estadístico para analizar la lengua en los diarios.

Entre los aspectos estudiados, el trabajo ha permitido observar la desaparición radical de determinados usos lingüísticos como el de los tratamientos ("don", "doña", "señor", "señora"...); el declive progresivo del uso de superlativos; el auge, descenso y, en algunos casos, desaparición de términos sociales, económicos, ideológicos y políticos, entre otras cuestiones. En este sentido, es interesante atender la evolución de términos como "comunismo", "socialismo", "fascismo" o "democracia", y cómo los usaron los periodistas en las distintas épocas.

Asimismo, el informe muestra las diferentes asociaciones que puede tener una determinada palabra con otros términos en el transcurso del último siglo. Por ejemplo, "guerra" aparece asociada a "África" y a "aliado" en los años veinte; a "ganar", "patria" y "cojo" en los cuarenta; a "frío", "atómico" y "nuclear" en los sesenta, y a "sida" y "terror" en el siglo XXI.

El primer óbice que hubo de superar el proyecto Aracne, que arrancó a finales de 2014, fue la definición clara de un objeto de estudio abarcable. Tratar de demostrar con números si los periódicos de hoy están mejor o peor escritos que los de hace unas décadas es una misión casi imposible, entre otras cosas, porque ése -lo bien y lo mal escrito- es un concepto en el que intervienen con seguridad factores más sujetos a la opinión que al dato. Pero los investigadores de Molino de Ideas sí se centraron en algo concreto y medible: la variedad léxica o la riqueza de vocabulario de los medios escritos. Al final se centraron en casi 85.000 frases y cerca de dos millones de palabras volcadas en una base de datos que asigna a cada una de ellas una serie de parámetros precisos, desde sus características morfológicas a la posición exacta que ocupan en cada frase, artículo, ejemplar, etc... Una enorme tela de araña en la que la tecnología les ayudó a tirar del hilo hasta llegar a una conclusión clara: los medios analizados no usan hoy día un lenguaje menos variado (tampoco más) que hace diez, treinta o cien años; las variaciones de una década a otra son mínimas. Según los investigadores, la percepción contraria se ha extendido tanto en la sociedad por aquello de "cualquier tiempo pasado fue mejor".

El trabajo, explica el director general de Fundéu BBVA, Joaquín Muller, trata de comprobar con datos la idea generalizada de que el idioma vive un proceso de empobrecimiento del que son testigos, y hasta responsables, los medios de comunicación por el supuesto uso deficiente que hacen de la lengua. Una de las expresiones de ese deterioro sería una supuesta tendencia de los medios a usar un léxico cada vez menos variado. "Nuestro objetivo -añade Muller- es desarrollar un trabajo de investigación, en primer lugar, con el periodismo escrito en España durante los últimos cien años que permita constatar cuánto de cierto hay en la idea de que cada vez el lenguaje de los medios es menos rico. Nosotros hemos hecho ahora un avance, modesto pero riguroso, que indicaría lo contrario", señala Muller.

El director general de Fundéu también indicó que tras este primer avance se buscará el apoyo financiero y del mundo universitario para ampliar el proyecto y darle un mayor valor científico.

Con Aracne, añade, "hemos sentado las bases de una nueva manera de estudiar la historia reciente a través del análisis de las palabras que es excepcional. Ver cómo el término "comunismo" tiene una presencia abrumadora en la década de los cincuenta y va desapareciendo en las siguientes dejando paso a la palabra "socialismo" es mucho más que un dato curioso", afirma el director de Fundéu.

El proyecto, consultable en la página www.fundeu.es/aracne, recoge también un apartado de curiosidades históricas, una mirilla a los recortes analizados que guardan relación con la historia de España en el siglo XX. Aparecen un total de 13 fragmentos de DIARIO de MALLORCA, el más moderno de 1985 y el más antiguo de 1945 (La Almudaina). En concreto, la lingüista Leticia Martín-Fuertes se refiere a este último, titulado Los átomos, sin firmar y publicado en la edición del 11 de agosto de 1945. "En ese artículo se recoge la genial explicación que Stephen Leacock, economista y humorista canadiense, hizo del funcionamiento de los átomos. En concreto, comparaba un átomo de hidrógeno con un irlandés con un garrote", desvela.